cambio climático amenaza al café

La bebida favorita –y combustible- de muchas personas en el mundo está en peligro: se estima que el cambio climático reducirá la calidad de diversas regiones de cultivos de café en poco más de 20 años.

Esto debido a que el ideal crecimiento del grano de café depende de las temperaturas. Pero el cambio climático no solo afectaría los suelos de cultivo, sino lo más importante: su sabor.

Calidad del café en peligro

Un estudio reciente, liderado por Abel Chemura, investigador del Instituto Postdam para Investigación del Impacto de Cambio Climático (PIK), advierte que el área global adecuada para la producción de café (especie arábica), que representa 70 %, podría reducirse hasta 50 % para 2050.

Brasil y Vietnam, los dos mayores productores del mundo, serían los más perjudicados. Otros como Etiopía, lugar originario del café –y donde se realizó el estudio del PIK-, podría perder entre 40 y  60 % de las tierras aptas para su cultivo por aumentos de temperaturas de tres a cinco grados. Todo a finales de este siglo.

En Centroamérica, los impactos también serían visibles por la sequía y el exceso de lluvias que posteriormente acabaron con cosechas del 2020.

“El área adecuada para los tipos de cafés especiales de alta calidad que son valorados por sus notas florales, afrutadas y especiadas probablemente se reducirá si el cambio climático continúa sin control”, explica Chemura.

De acuerdo con el estudio, publicado en Nature, la calidad del café disminuirá a medida que aumenten las temperaturas medias porque el proceso de maduración de la cereza de café se acelera más rápido que el desarrollo del grano, lo que conduce a bayas más ligeras y de menor calidad.

Menos café, menos empleo

No solo peligra nuestro café de la mañana, sino también los millones de empleos directos e indirectos que hacen posible la preparación de la bebida. Se estima que, en el mundo, más de 125 millones de personas trabajan y viven de su producción.

Según la Organización Internacional del Café (ICO, en inglés), los más afectados laboralmente son los pequeños productores con plantaciones de menos de dos hectáreas, a los que cada vez menos les compensa cultivar café.

Una posible solución

Con la mayor expansión del café en el planeta no es para menos que deba ponerse en marcha una solución a la demanda actual y futura, con el cambio climático a cuestas. Y una planta “olvidada” podría mitigar el problema.

Stenophylla, un café silvestre proveniente de África Occidental con sabor a café, pero que necesita de altas temperaturas para crecer.

Los investigadores sugieren que aún hay formas de detener la disminución de café, eso sí, desde ya.

“Nuestro estudio subraya la importancia de la planificación y las respuestas de adaptación localizadas. Mostramos cómo el cambio climático tiene efectos muy concretos sobre la disponibilidad y el sabor de una de las bebidas más queridas del mundo”, expone Christoph Gornott, coautor del estudio.

De cualquier forma, la industria del café en el mundo requiere de cambios fundamentales para responder a los impactos del cambio climático sugeridos por entidades como el Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).

Esos cambios, reseña el World Resources Institute, van más allá de pequeños ajustes a corto plazo (como la introducción de variedades de café tolerantes al calor) que abarquen inversiones y vías de adaptación más transformadoras para con ello asegurar la viabilidad a largo plazo.

 

Periodista. Atraída por contar historias de ciencia y ambiente. Miembro de la tercera cohorte de la Red de Periodistas Climáticos de la Universidad de Oxford y el Reuters Institute.