Con las linternas de los celulares alumbraban el piso de la rampa del Hospital Universitario de Caracas (HUC). Tenían miedo de tropezarse y caer, pero bajaron tan rápido como pudieron. En la planta baja aguardaban las ambulancias para trasladar a los pacientes más críticos a otro centro asistencial. En brazos y envuelto en una manta, una enfermera cargaba un bebé con una mano mientras con la otra le daba ventilación manual.
A Arabia Piñango se le empañan los ojos con tan solo recordar lo que vivieron ella y sus compañeras la noche del sábado, 12 de enero. Ese día le tocaba hacer la guardia nocturna, la peor guardia, dice, que ha vivido en sus 22 años trabajando en el HUC.
“Fue una noche espantosa, nunca había vivido algo así. Estuvimos toda la noche en vilo y 12 horas sin luz“, aseguró la enfermera.
Ese día llegó temprano a su guardia. Estaba en el cafetín cuando sintió que los breakers de la electricidad se bajaron de golpe cerca de las 4:30 pm. Inmediatamente, corrió a la emergencia pediátrica para socorrer a sus compañeras de turno.
“Lo primero que pensé fue salir a ver a los pacientes conectados a ventilación mecánica“, relató. Ni siquiera tuvo tiempo de bajar al sótano, donde están los casilleros de las enfermeras, para cambiarse la ropa. Toda el área estaba sumida en un espeso manto negro.
“En la Terapia Pediátrica había unos cuatro o cinco niños en estado muy delicado que tuvimos que bajar corriendo por las rampas que dan hacia la entrada”, contó al equipo de Efecto Cocuyo.
“En Obstetricia, en el piso 10, tuvimos que envolver a los recién nacidos en mantas y cargarlos para darles calor corporal porque las incubadoras se apagaron. Esa noche hizo mucho frío”, continuó Piñango, “incluso había bebés prematuros en el retén. Hubo un bebito que lo trasladaron al materno-infantil de Petare“.
Piñango relató que los trabajadores del hospital pensaron que la situación se solventaría en poco tiempo, pero no fue así. La pesadilla se prolongó por 12 horas porque las plantas eléctricas del centro asistencial no respondieron.
“Todo se puso peor. Tuvo que venir la gerente de Enfermería y coordinar los traslados a otros hospitales en Caracas. Eso lo tenía que hacer el director del HUC, el doctor José Fernando Alvarado, pero ella fue la que dirigió todo eso”, agregó.
La noche del sábado el ministro de Salud Carlos Alvarado confirmó que 12 pacientes fueron trasladados a otros recintos hospitalarios, pero no ofreció detalles sobre sus condiciones ni dijo cuántas personas fallecieron por la falla eléctrica.
Efecto Cocuyo pudo confirmar la muerte de, al menos, dos pacientes. Sin embargo, extraoficialmente, trabajadores aseguran que nueve personas fallecieron por la interrupción del servicio eléctrico.
El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, se trasladó al hospital la noche del sábado para manifestar su “apoyo” y aseguró que la avería se debió a una falla “interna” y no a Corpoelec. Al ser consultado sobre por qué habían fallado los sistemas de contingencia, por un reportero de NTN24, respondió que eso debía preguntárselo al director de la institución.
A dos días del letal apagón, este 14 de enero el gobernante Nicolás Maduro dijo durante la presentación de su Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional Constituyente que la interrupción del servicio se debió a un “sabotaje de grupos terroristas”. Durante la alocución no presentó ni una sola prueba para respaldar la hipótesis.
La noche más larga
A Eduard Pérez casi lo ingresan al Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño por una hemorragia cerebrovascular, pero a los familiares les dijeron que no había neurocirujanos que atendieran el caso. Por esa razón, lo refirieron al HUC. Allí ingresó el jueves 10 de enero, día en el que Nicolás Maduro se juramentó ante el Tribunal Supremo de Justicia.
El viernes 11 trasladaron a Pérez al área de trauma shock, donde permaneció conectado a ventilación mecánica hasta el sábado, cuando un apagón puso fin a su vida.
Lea también: Joven que murió tras apagón en el Universitario deja huérfana a una niña de 5 años
48 horas después de su muerte, los familiares de Eduard aún no han podido retirar el cadáver en la morgue del hospital. “Ayer (domingo) estuvimos aquí hasta las 6:00 pm suplicando que nos entregaran el cuerpo y nada y hoy lunes llegamos a las 6:00 am y nos dicen que nos lo van a entregar a las 5:00 pm”, relató Dougleska Perez, hermana de Eduard.
El joven de 27 años fue el primer paciente en fallecer por la avería eléctrica, aseguran sus familiares. También denunciaron que no les quieren entregar el cuerpo hasta que un patólogo lo haya examinado. Añaden que con los otros cadáveres las autoridades del hospital no aplicaron el mismo procedimiento.
Aparte de Eduard, esa noche también falleció Carmen Álvarez, una paciente con bronconeumonía que estaba en la emergencia de adultos, cerca de trauma shock.
A la madre de David Blanco, una mujer de 83 años con un infarto, tuvieron que trasladarla al hospital Pérez de León en Petare. La señora es paciente de la Unidad de Cuidados Coronarios del HUC.
“A ella la trasladaron el sábado a las 10:30 pm y la regresaron al Clínico el domingo en la tarde. Junto a ella se llevaron a otros tres pacientes al hospital en Petare”, explicó Blanco. Uno de ellos, dijo, falleció luego de su retorno al centro asistencial ubicado en la Ciudad Universitaria. El hombre estaba con su hijo y venían de Puerto Ordaz, estado Bolívar.
Lea también:
Trabajadores del Clínico Universitario exigen “destitución inmediata” de la directiva