Inameh confirma presencia de "concentraciones leves y moderadas de polvo sahariano" en Venezuela
Inameh confirma presencia de "concentraciones leves y moderadas de polvo sahariano" en Venezuela

Detectada sobre Venezuela desde el pasado 21 de junio, la nube de polvo del Sahara que cubre el Caribe amenaza con estar hasta mediados de julio, según confirman expertos meteorólogos.

Las millones de partículas que viajan por los aires desde África hasta América, en más de 10 millones de kilómetros de recorrido, han afectado no solo los cielos de varios países de la región, sino también ha ocasionado trastornos de salud a sus habitantes.

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) alertó sobre una segunda fase más densa de la nube, que se hizo visible este 27 y 28 de junio.

“Se observa el avance de una nueva capa de polvo sahariano hacia el Caribe, incluyendo el noreste de Venezuela”, señaló la institución en sus redes.

Además, en la imagen satelital se observan las ondas tropicales actuales, causantes de las precipitaciones de los últimos días.

El meteorólogo Luis Vargas, especialista en climatología y pronósticos, explicó que el fenómeno estará sobre la atmósfera un largo tiempo, por lo que hay que tomar previsiones.

“Este primer avance de polvo sahariano estará en nuestro país hasta los primeros días de julio, pero es posible que lleguen nuevos eventos en los venideros meses”, acotó.

Añadió que el nuevo avance de polvo del Sahara llega ya a zonas de Nueva Esparta, Nororiente y nuestra fachada atlántica. Igual ya cubre el norte de Las Guayanas, Las Antillas Menores y hasta partes de Puerto Rico.

“Esta vez las concentraciones que han llegado han sido excepcionales y no se observaban desde hace 50 años”, advirtió Vargas.

Cuidar la salud

De acuerdo con Olga Mayol, experta del Instituto de Estudios de Ecosistemas Tropicales de la Universidad de Puerto Rico, la actual nube tiene las concentraciones más altas de partículas de polvo observadas en la región en el último medio siglo.

Y aunque es un fenómeno común, que incluso tiene efectos benéficos en ecosistemas como el del Amazonas, este año se ha sumado a las preocupaciones de salud por los problemas respiratorios relacionados al nuevo coronavirus.

“Las partículas tienen un tamaño de entre 2,5 y 10 micras, que son las partículas respirables. Entonces, pueden entrar por nariz y boca al momento de respirar y alojarse en la tráquea, en los bronquios o llegar incluso en menor tamaño las 2,5 hasta los terminales, los bronquios y los alveolos en los pulmones”, explicó la epidemióloga.

Las nubes de polvo suelen afectar a las personas que ya padecen enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, el enfisema o la bronquitis crónica, que son parte de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc).

Más que solo polvo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el peligro de este fenómeno “radica en el contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas que presenta el polvo”.

Recomienda usar protectores faciales, como mascarillas o un pañuelo de tela húmedo que cubra completamente la nariz y la boca.

“Si se tiene sensación de cuerpos extraños en los ojos, lávese con abundante agua. Es preferible utilizar agua potable, hervida o clorada. Lávese las manos antes de iniciar el procedimiento”, añade.

También es importante cubrir fuentes de agua (pozos, recipientes o estanques) para evitar la contaminación. Y humedecer el piso antes de barrer para evitar que el polvo vuelva a quedar suspendido.