Los niños hospitalizados en el hospital J.M. de los Ríos, en Caracas, no tienen ni agua para beber este domingo 10 de marzo, a 69 horas del apagón que afectó a todo el país. Para las 11:00 am, los pacientes tampoco contaban con una planta eléctrica porque la que suministró Corpoelec para surtir energía a unas áreas fue vandalizada.
Las autoridades del centro asistencial señalan a los trabajadores de seguridad del J.M. de los Ríos como los culpables del robo.
Este domingo, el principal centro pediátrico del país amaneció con todas sus puertas cerradas. “No dejan entrar ni salir a nadie”, aseguran las madres de los pacientes. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) custodiaban los alrededores del edificio.
“Parece ser que los mismos trabajadores se robaron unas piezas de la planta en plena luz del día. Como al mediodía retiraron la planta de Corpoelec“, explicó Emilse Arellano, madre de un paciente del servicio de Nefrología.
El piso cuatro, donde su hijo está hospitalizado, permanece a oscuras desde el pasado jueves. Las madres no pueden utilizar la cocina eléctrica que tienen en el servicio.
“No tenemos agua para asear a los niños. Hoy no los hemos podido bañar. (Ambien) Los baños están sucios. Esta situación hace que proliferen las bacterias“, reclamó Arellano.
En el servicio de Nefrología la mayoría de los pacientes están contaminados con una o más bacterias intrahospitalarias. Las infecciones se convirtieron en una causa de muerte común para los niños que reciben tratamiento en la hemodiálisis.
“No tenemos ni agua para tomar. Los niños tienen sed desde anoche”, denunció Reina Angulo, madre de otro paciente del servicio, a las puertas del centro pediátrico.
“No podemos salir a comprar nada porque no hay puntos de venta. Desde anoche estamos sin luz ni agua y el hospital no deja pasar a las fundaciones que quieren ayudar”, continuó.
Angulo aseguró que las madres del servicio se mantienen a la expectativa de que el hospital sea abastecido con agua, pues este lunes, 11 de marzo, los niños deben retomar sus sesiones de diálisis.
“Mañana toca diálisis. Todavía no han solventado el problema del agua. Esperemos que para mañana eso se arregle porque los niños tienen que dializarse”, explicó.
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