Un incendio, 10 horas de trabajo, un fallecido. El sábado 13 de octubre un procedimiento de extinción de fuego dejó al descubierto las precariedades que tienen los Bomberos de Distrito Capital para atender emergencias. Los datos suministrados a Efecto Cocuyo por una fuente interna de la institución revelan que hay solo dos camiones para la supresión de incendios.

La institución bomberil está por el piso. Nosotros podíamos atender incidencias solo con el personal y equipo de Bomberos de Distrito Capital. Lo teníamos todo. Ahora debemos pedir apoyo a bomberos de Inparques (Instituto Nacional de Parques), Paramédicos de Vías Rápidas y Protección Civil (PC) para brindar el servicio”, denunció esta fuente de la principal institución de atención de emergencias en la capital de Venezuela.

De acuerdo con estándares internacionales, una llamada de emergencia debe ser atendida en cinco a 15 minutos, después de producirse. Eso da una idea de efectividad bomberil.

El sábado 13 de octubre, en el edificio Pitiquenia en la avenida Raúl Leoni de El Cafetal (Baruta), se generó una alerta. Del apartamento 52 salía humo negro, lo que significaba que había un incendio en desarrollo. Según vecinos del sector, ubicado en este municipio del estado Miranda, la primera unidad de atención llegó a los 40 minutos.

“Lo que ocurrió el sábado no fue por la falta de agua en el sector, sino por la falta de camiones. El camión bomba que fue hasta allá era de la avenida Fuerzas Armadas“, indicó otra fuente.

Ese día participaron 70 hombres entre bomberos de Distrito Capital, voluntarios, Protección Civil, paramédicos de Salud Baruta y unas 20 unidades que unieron esfuerzos para sofocar las llamas. Además, se necesitó apoyo de empresas para el suministro de agua con cisternas, pues los hidrantes de la zona no estaban operativos. Autoridades dijeron que se usaron más de 100.000 litros de agua para controlar el incendio.

Esta es un vehículo bomba pesado. Tiene capacidad de 4.000 litros de agua. Está operativo

Vecinos grabaron a un bombero guindado de un balcón del piso 5, tratando de combatir las llamas. Las imágenes dejaron en evidencia la ausencia de una unidad de elevación: un camión que tiene adjunto una escalera y se usa para incendios en estructuras verticales. Los funcionarios actuantes tampoco contaban con protección respiratoria, lo que les impidió ingresar al inmueble.

A la 1:00 am, terminaron las labores de extinción. El dueño del inmueble, en el que inició el incendio, murió. Sus vecinos aseguraron que se llamaba Franklin Pérez y tenía más de 50 años viviendo en el lugar. Se dedicaba a almacenar papel, basura, escombros y objetos inflamables como cauchos. Un acumulador compulsivo, dicen. “Esto llenó el área de mayor cantidad de materiales combustibles, en su mayoría eran sumamente tóxicos o venenosos“,  agregó una de las fuentes.

Vehículos varados

En el Área Metropolitana de Caracas había cerca de 3 millones 330 mil habitantes para 2011, año del más reciente censo nacional. Esta nomenclatura agrupa a cinco municipios, cuatro del estado Miranda (El Hatillo, Baruta, Sucre, Chacao) y uno del Distrito Capital, Libertador.

Las fuentes indicaron que aproximadamente hay 1.000 funcionarios activos para la fecha. El estándar internacional indica que debe existir al menos un bombero por cada 1.000 habitantes. Sin contar el crecimiento regular de la población caraqueña y la migración venezolana, para el AMC hay un déficit de 2.330 apagafuegos.

En este territorio hay 25 estaciones de Bomberos de Distrito Capital. Cuando menos, cada una debería estar dotada con un camión de supresión de incendios, un vehículo cisterna y una ambulancia. En la actualidad, apenas dos vehículos deben atender a la población caraqueña.

Camión de espuma. Con capacidad para 3.000 litros de agua y 1.000 mts. cúbicos de espuma. Actualmente solo está operativa para agua

Dada la situación, algunos bomberos se han dado a la tarea de recuperar las unidades con su propio dinero. Daños en cauchos y frenos, así como fallas en las computadoras son las principales razones por las que se paralizan las unidades.

“A partir de junio, quisimos recuperar con nuestro salario los vehículos, pero por la cantidad de demanda con procedimientos ha sido cuesta arriba. Vehículo que salga, se le da una rosca demasiado fuerte. En menos de una semana queda otra vez fuera de servicio“, aseguró uno de los ados.

A esto se le debe sumar que, después de septiembre, el pago de los funcionarios se hace semanal. Uno con 10 años de experiencia gana casi 400 bolívares soberanos cada siete días, el equivalente a un almuerzo ejecutivo.

“La cantidad de vehículos es limitante para atender las emergencias eficientemente. En Bomberos de Distrito Capital no hay recursos para atender una contingencia masiva. Pero con apoyo de otras instituciones, se hace el trabajo”, manifestaron.

Déficit bomberil

El departamento de Bomberos Forestales (ubicada en la parroquia San José) de esta institución no tiene unidad de extinción de incendios. Solo cuenta con camionetas modelo “machito”. La división de atención de derrames o fugas de materiales químicos, en Valle Abajo, tampoco cuenta con equipos.

Las comunicaciones también tienen sus fallas. Al parecer, de los 16 canales de radiocomunicación solo funcionan dos. Uno de ellos es usado para información general por el despacho principal. El otro es el canal operativo.

Los funcionarios trabajan por vocación. En esta situación económica y laboral, saben que la mejor recompensa es saber que salvaron una vida. Aunque tengan que exponer las suyas. Dicen que la dotación de uniformes es irregular, solo les dan uno cuando deben ser tres por hombre. Además, la indumentaria de protección personal se otorga cuando se graduan y no se repone anualmente, como dicta la norma, sino cada seis años a lo sumo.

“La institución no está preparada para asumir una emergencia generalizada“, sentenció una de las fuentes.

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