Expectativas muy altas, especialmente las de salidas inmediatas, agendas poco claras, diálogos fallidos entre Gobierno y oposición y la fuerte represión por parte de los cuerpos de seguridad, fueron los elementos que dieron al traste con las masivas protestas de calle que tuvieron lugar en el país en 2014 y luego en 2017, de acuerdo con expertos consultados.
De nuevo surge, desde el 16 de noviembre, un llamado similar. Esta vez se trata de la “protesta sostenida” que pidió el presidente encargado, Juan Guaidó. Pero politógos con los que habló Efecto Cocuyo sostienen que una exigencia de este tipo debe contar con una hoja de ruta clara, acordada por todos los factores políticos en demostración de unidad, para que las manifestaciones que se iniciaron este lunes 18 de noviembre no culminen en más frustraciones.
“La efectividad de este llamado dependerá de la claridad que perciban los ciudadanos, la gente necesita saber hacia dónde se mueve, cómo ayudan las acciones de calle a conseguir el cambio político, si forma parte de un plan o si es una pieza de un rompecabezas cómo encaja; porque si lo ve como algo difuso se dispersarán o no se sentirán motivados para salir a protestar”, advirtió el director de la firma encuestadora Delphos, Félix Seijas.
A juicio del estadístico y profesor universitario una equivocación que tuvo gran peso en acciones de calle pasadas fue hacerle creer a la gente que había salidas rápidas, por lo que se salió con todo y los resultados no fueron los esperados. Indicó que Guaidó dio muestras de tener este aspecto en cuenta el pasado fin de semana, al aclarar que se trata de un proceso sin tiempo definido y que es muy importante mantener la presión interna a la par de la externa para obligar a Nicolás Maduro a salir de Miraflores.
Dio cuenta de un apoyo popular a favor de Guaidó de 50%, por lo que lo cree capaz de movilizar gente todavía. “Nadie podía esperar una marcha como las de principio de año en torno a su liderazgo, pero la muestra del sábado fue importante”, apuntó, a pesar de factores como el desánimo y la diáspora, en especial de jóvenes.
No obstante, Seijas señaló un punto en contra para que las manifestaciones, que continuarán este martes y miércoles con los reclamos de enfermeras y docentes por un mejor salario, se mantengan en el tiempo: la época decembrina con todo lo que implica, lo cual produciría un inevitable “bajón” en la asistencia de las personas a las concentraciones.
Más unidad
“La convocatoria a protestas calaría más en la población si se depusiesen los fuertes cuestionamientos que hoy hacen otros líderes políticos a Guaidó y a cambio se pide una rectificación de la línea que este ha asumido últimamente, de negociar dando retroceso a los compromisos que asumió en aquel mantra (cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres)”, expresó por su parte el analista político Werner Corrales.
Añadió que “no es fácil la situación del liderazgo porque ha perdido credibilidad y es necesario recuperarla con acciones concretas. Desde enero hasta hoy ha habido muy poca estrategia, demasiada dispersión de ideas y muy poca decisión detrás de ellas”, dijo.
En este sentido, Corrales habló de algunas condiciones que considera indispensables para que las nuevas acciones de calle no generen más frustración y mayor pérdida de apoyo al liderazgo. La primera es que esa hoja de ruta con objetivos y pasos prioritarios sea acordada por los factores opositores y por todas las fracciones democráticas de la Asamblea Nacional (AN).
“En las protestas debe haber una organización táctica para la acción política inmediata, la cual muestre de manera creíble la decisión real de los dirigentes y prevea las principales contingencias. Pedir que las marchas comiencen a las 9:00 am y se dispersen a las 2:00 pm equivale a comunicar que esto es una fiesta, una suerte de nueva bailoterapia, tampoco es creíble pedir que la marcha no regrese a casa hasta que se vaya el gobierno porque ese no ha sido el estilo de la oposición hasta hoy”, manifestó.
A la par, sugirió que se trace una estrategia de acción también acordada que contemple un rol activo para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en una eventual transición como una forma de convencer a sus integrantes de dar el paso a favor de la Constitución. La Fanb es la carta de la que se ufana el chavismo para afirmar que en el país no se repetirá lo ocurrido en Bolivia, donde las protestas masivas por fraude electoral y el pronunciamiento de los militares provocaron la renuncia de Evo Morales a la jefatura de Estado luego de aceptar nuevas elecciones, el pasado 10 de noviembre.
“En Venezuela a diferencia de Bolivia hay un partido organizado (Psuv), un poder constituyente activado y además una Fuerza Armada muy unida y con un gran consentimiento constitucional”, aseguró el abogado Hermann Escarrá en declaraciones a Venezolana de Televisión.
Para el jueves 21 de noviembre está convocada una marcha principalmente de estudiantes que se prevé llegue al complejo militar de Fuerte Tiuna, ubicado entre las parroquias Coche y El Valle. Al respecto, Seijas recomendó no dejar “que las expectativas vuelen”, que se aclare que la intención no es buscar entrar a las instalaciones para no provocar confrontaciones innecesarias, hasta dónde podrá llegar la caminata y si se va a entregar un documento.