Más allá de las dificultades que exhiben los distintos sectores de oposición para conciliar sus posiciones políticas, hay elementos legales que obstaculizan la selección de un candidato en unas primarias presidenciales.
La inhabilitación de dirigentes como Juan Guaidó (Voluntad Popular) y Henrique Capriles (Primero Justicia), posibles aspirantes a la presidencia, viola sus derechos políticos, porque sobre ninguno pesa una sentencia firme como exige la Constitución, y esto los deja fuera de la carrera presidencial.
Aunque no hay nada que impida a Guaidó y a Capriles, por ejemplo, participar en unas primarias (convocadas por la Mesa de la Unidad Democrática o por cualquiera de los partidos), ninguno de los dos podrá medirse en las elecciones presidenciales de 2024 al menos que, previo acuerdo político, se levanten las sanciones istrativas en su contra.
Esto obliga a los adversarios del chavismo a considerar la pertinencia de que estos políticos participen en un proceso de elecciones internas, al menos que esto sirva para legitimar sus liderazgos o tenga otro propósito.
“¿Tendría sentido elegir (en primarias) un candidato que está inhabilitado?, en Venezuela depende porque, como ha quedado demostrado, las inhabilitaciones son decisiones políticas que pueden aparecer o desaparecer a discrecionalidad. Nadie garantiza, por ejemplo, que el candidato que gane las primarias no sea posteriormente inhabilitado”, señala el politólogo Jesús Castellanos.
Reglamento de primarias
Actualmente los partidos del denominado G4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo) debaten un reglamento de primarias presidenciales.
Entre otras cosas, deben definir ¿Quién puede ser candidato?, ¿Cómo se nomina los candidatos? (por votación de los ciudadanos, de los militantes, de ambos, o por designación a “dedo”), y ¿Quién elige a los candidatos? (en elecciones internas abiertas, lo que significa que todo el electorado puede participar, o en primarias cerradas, etc).
Además, deben decidir si solicitarán asistencia técnica al Consejo Nacional Electoral (CNE) y si lo harán a través de la tarjeta de la manito (MUD) o serán internas que convoquen cada una de las organizaciones políticas.
En este segundo escenario, los opositores deben evaluar los inconvenientes que puede generar la judicialización de los partidos Primero Justicia, Acción Democrática y Voluntad Popular. Actualmente directivas ad hoc de los dos últimos tienen el control de la solicitud de apoyo técnico al CNE.
Adicionalmente, otros sectores de oposición como Fuerza Vecinal y Alianza del Lápiz no están de acuerdo con que el G4 sea el que defina el reglamento de primarias y han hecho llamados para que no se convoque un proceso “excluyente”.
Estos partidos, aliados con otros, se adelantaron en la solicitud al CNE para que evalúe la factibilidad de prestar apoyo técnico y plantean que sea una consulta nacional abierta. Los rectores actualmente evalúan esta propuesta.
¿Con o sin el CNE?
Efecto Cocuyo consultó a los profesores Jesús Castellanos, politólogo y exasesor del CNE, y a Humberto Rojas, coordinador técnico de la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación, para conocer si es conveniente o no que el CNE intervenga en unas eventuales primarias opositoras.
“Si bien el actual CNE es menos desequilibrado aún sigue teniendo una mayoría vinculada al oficialismo y, pese a algunos avances, el ente dista mucho de ser una institución democrática. Dicho esto, no pareciera lógico que el CNE tenga participación en unas elecciones internas opositoras, pero insisto, la decisión debe ser producto del consenso de las organizaciones participantes”.
Jesús Castellanos, politólogo
No obstante, subraya que el artículo 293 de la Constitución y el artículo 33 de la Ley Orgánica del Poder Electoral le confiere al CNE la competencia de organizar las elecciones internas de los partidos políticos.
En opinión de Rojas, el CNE puede prestar asesoría técnica, pero no debe intervenir en las decisiones que correspondan a la dirigencia y militancia de las organizaciones políticas.
“El CNE no debería tener participación directa en los procesos internos de los partidos, solo si es requerida su asesoría técnica”, expresa.
Sobre las inhabilitaciones y la judicialización de los partidos, el observador electoral manifiesta: “Estas decisiones lo que hacen es que restringen la oferta electoral para los ciudadanos, sobre todo si estas inhabilitaciones no tienen una base jurídica firme, sino que son emitidas por la Contraloría o el TSJ con un carácter político”.
Antecedentes
No es la primera vez que el CNE presta apoyo técnico, Castellanos rememora varios momentos en los que el Poder Electoral ha asistido a los partidos en esta matera:
En el caso del oficialismo, el Psuv hizo consultas, con la organización del CNE, para determinar sus candidatos a la Asamblea Nacional en 2010 y 2015. En 2021, también se apoyaron en el CNE para escoger, en consulta abierta, a los candidatos a las gobernaciones, consejos legislativos, alcaldes y concejales.
La oposición ha optado, por desconfianza, por internas sin la participación del órgano comicial como las que hicieron para definir candidato presidencial en 2006, y las primarias para la elección de candidatos a gobernadores, en 2017.
El CNE organizó las primarias de la oposición para la elección parlamentaria de 2010, las primarias para la elección del candidato presidencial 2012 y las primarias para elección parlamentaria de 2015.