Joshua Holt viajó de Utah, Estados Unidos, a Venezuela para casarse. Pero no fue el matrimonio, sino una Operación Liberación y Protección al Pueblo (OLP) realizada en el urbanismo Misión Vivienda Ciudad Caribia, lo que le cambió la vida.

Desde el 30 de junio de 2016, el hombre de religión mormona permanece detenido en El Helicoide, donde también está su esposa Tamara Candelo. Luego de más de siete meses tras las rejas, ninguno de los dos ha tenido una audiencia preliminar.

Un mes después de la detención, el Ministerio Público informó que la pareja fue privada de libertad por presunta responsabilidad en el porte ilícito de armas de guerra. En el procedimiento fueron incautados un fusil AK47, un facsímil tipo M4, dinero en efectivo (bolívares y dólares), cámaras fotográficas, computadoras portátiles y boletos aéreos.

El proceso judicial de Holt y de su pareja ha sido tormentoso. Según denunció la abogada del caso, Jeannette Prieto, en una conferencia organizada por Foro Penal este miércoles 22 de febrero, la audiencia ha sido diferida en cinco ocasiones. “Cada vez que hay una audiencia, se difiere”, advirtió, “no fue presentado en el lapso que establece la Ley y se les ha negado el a sus familiares“.

Agregó que al estadounidense se le ha irrespetado su credo tras haber sido “desnudado ante todos su compañeros y obligado a hacer lagartijas”. Prieto también aseguró que la Embajada de Estados Unidos se ha mantenido en o con ella para hacer seguimiento del caso y que Holt se ha visto afectado por distintos problemas de salud durante el período de tiempo en El Helicoide.

Según Alfredo Romero, director ejecutivo de Foro Penal, la organización está evaluando si el caso de Holt puede ser calificado como encarcelamiento político. Hasta los momentos se encuentra bajo la figura de “rehén“, aunque su situación pudiese ser considerada similar a la de Leopoldo López o la de Rosmitt Mantilla.

“El Gobierno presentó videos, presentó acusaciones y determinó una condena previa por parte del Ejecutivo, al menos pública, utilizando a esta persona como supuesto terrorista, como supuesto espía. Esto hace ver que hay una intención política, porque si no, no se hubiese hecho toda esta narrativa”, explicó Romero. “Muy probablemente lo incluyamos en la lista de presos políticos junto a su esposa venezolana Tamara Candelo”.

Sobre los siete meses que han pasado Holt y Candelo en la sede del Sebin, Romero denunció que a ambos se les está negando la oportunidad de presentar un mínimo alegato de defensa y explicó que la audiencia preliminar es clave para determinar si será considerada la apertura de un juicio.

Indicó que el caso de Holt es uno de tantos que demuestra que el Gobierno busca la encarcelación sistemática con fines políticos. Agregó que Foro Penal está estudiando una serie de denuncias de violaciones para llevarlas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Vemos una intención clara de mantener a estas personas recluidas”, advirtió Romero.

El director ejecutivo de Foro Penal ofreció un balance sobre las cifras de la organización y dijo que hasta la fecha hay 107 presos políticos. Desmintió que el diálogo haya sido favorable para quienes están tras las rejas: desde mayo de 2016, la ONG registró 58 encarcelamientos.

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