El diario crítico Zaman, confiscado y puesto bajo control del Gobierno turco el pasado viernes, ha salido hoy domingo 6 de marzo a los quioscos con una línea editorial totalmente distinta y favorable ahora al Ejecutivo y al presidente del país, el islamista Recep Tayyip Erdogan.

Si en la edición del sábado 5 de marzo el diario mostró una primera plana negra con el mensaje “La Constitución suspendida”, en protesta por la confiscación, la portada de hoy se refiere a una ceremonia oficial sobre la construcción del tercer puente sobre el Bósforo en Estambul y el titular “Histórica excitación en el puente”.

Otra historia de la portada muestra una foto de Erdogan y anuncia que el presidente ofrecerá una recepción en el Palacio Presidencial con motivo del Día de la Mujer.

Además, aparece una nota sobre la posible retirada de la inmunidad parlamentaria a diputados kurdos, una medida defendida por Erdogan.

En la página web del diario aparece solo el mensaje “Pronto volveremos con noticias de calidad y neutrales”, mientras que la versión en inglés del diario, Today’s Zaman, permanece sin cambios desde ayer.

Hasta su intervención el viernes 4 de marzo por orden judicial a petición de la Fiscalía, el diario tenía una línea dura contra el Gobierno, criticando tanto la marcha de la economía, la política exterior en Siria o los ataques a la libertad de prensa.

A Abdulkadir Bilici, redactor jefe del diario, no se le permitió ayer el a la redacción y fue informado por la Policía que custodia el edificio, de que su contrato ha expirado.

Zaman ha sido puesto bajo control de un equipo de es designados por el Ejecutivo.

La Policía, que irrumpió el viernes por la noche en la sede del diario en Estambul, ha utilizado ya dos veces gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a los lectores y simpatizantes que se habían concentrado para protestar contra la confiscación.

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La intervención del diario se ha justificado en la supuesta relación con la red del predicador islamista Fetullah Gülen, al que el Ejecutivo acusa de intentar crear un “Estado paralelo” usando su influencia en la judicatura y la Policía.

El movimiento de Gülen fue un estrecho aliado de Erdogan hasta 2013, cuando los medios afines al predicador se sumaron a las acusaciones de corrupción contra el entonces primer ministro y desde el Gobierno se le acusó de ser un movimiento terrorista que busca derrocar al Ejecutivo.

La justificación

La puesta del diario Zaman bajo control del Ejecutivo es un asunto judicial y no político, aseguró Davutoglu la pasada noche a los medios turcos desde Irán, donde está de visita oficial.

El primer ministro dijo que no puede cuestionarse que Turquía sea un Estado de derecho y pidió que no haya injerencias en la acción de la justicia.

Tanto la oposición política turca como Estados Unidos y la Unión
Europea, han criticado lo que se ve como un nuevo ataque a la libertad de expresión y prensa en Turquía.

La confiscación de Zaman el viernes fue ordenada por un tribunal a petición de la Fiscalía y el diario ha quedado bajo control de un grupo de es designados discrecionalmente por el Ejecutivo.

Davutoglu aseguró que no se pueden cerrar los ojos ante una “estructura paralela dentro del Estado que utiliza a la prensa y otros instrumentos”.

Zaman tuvo una línea editorial de apoyo al Gobierno hasta diciembre de 2013, cuando se sumó a las acusaciones de corrupción contra el entonces primer ministro y ahora presidente turco, Recep Tayyip
Erdogan.

Fue ese año cuando la creciente tensión entre Erdogan y Gülen, aliados durante años, estalló en un conflicto abierto en el que el Gobierno turco acusó al predicador, exiliado en Estados Unidos, de usar su influencia en la Policía y la judicatura para crear un Estado paralelo e intentar derrocar al Ejecutivo.

Ayer sábado los agentes de la policía volvieron a dispersar una concentración de protesta.

Zaman, que tiene también una versión en inglés (Today’s Zaman), es el diario de mayor circulación de Turquía, con 650.000 ejemplares, casi el doble que el siguiente periódico, Hürriyet, que tiene una tirada de 350.000.

Dos diarios y dos televisiones, acusadas también de ser cercanos a Gülen fueron puestos bajo control del Ejecutivo el año pasado y quedaron clausurados hace cuatro días.

Con información de EFE

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