Desinformación, dudas, escepticismo y expectativas por una nueva representación gubernamental marcaron la ruta hacia las primeras elecciones en el nuevo estado Guayana Esequiba, para el próximo 25 de mayo. A pocos días de estos comicios, continúan los cuestionamientos sobre el alcance territorial, la carga electoral y la legitimidad del proceso.
En principio, la creación de esta entidad bajo el contexto de la defensa del Esequibo que promovió el sector oficial comprendía los municipios Sifontes y Gran Sabana, en el estado Bolívar; y el municipio Antonio Díaz en Delta Amacuro. Sin embargo, para la circunscripción electoral, el voto se limita a dos parroquias de Sifontes: Dalla Costa y San Isidro. Se descarta Tumeremo, aun cuando en principio se definió esta población como “capital provisional” de Guayana Esequiba.
Las parroquias Dalla Costa y San Isidro (municipio Sifontes) conforman un circuito único con 21.403 electores, quienes emitirán hasta 14 votos distintos, entre los representantes de Guayana Esequiba y Bolívar. El territorio abarca 14.284 kilómetros cuadrados entre ambas.
Dalla Costa (7.464 kilómetros cuadrados) abarca las poblaciones de El Dorado, San Martín de Turumbán, Isla de Anacoco y otras localidades indígenas cercanas. San Isidro (6.820 kilómetros cuadrados) cuenta con las poblaciones de Las Claritas, Ciudad Dorada, San Isidro y comunidades indígenas aledañas. Son al menos 297 kilómetros de recorrido desde Puerto Ordaz hasta El Dorado, donde inicia esta nueva circunscripción.
Según explicó el politólogo, consultor electoral y diputado Aníbal Sánchez, el Consejo Nacional Electoral (CNE) diseñó esta elección bajo el sistema electoral mixto: un componente nominal y otro proporcional por listas. Esto permitirá elegir a tres diputados nominales y tres por lista a la Asamblea Nacional por el estado Guayana Esequiba, además de otros dos diputados por la lista nacional.
Ante la desinformación y controversia por la delimitación del nuevo estado, Daniel Prieto, director de la Oficina Regional Electoral (ORE) en Bolívar, señaló: “No podemos confundir límites geográficos o históricos con la circunscripción electoral. Solo esas dos parroquias forman parte del proceso”.
Prieto aseguró que la información se divulgó a todos los comandos políticos y que las ferias electorales se instalaron precisamente para enseñar a los votantes cómo sufragar. “Nosotros ponemos la fiesta, pero son los partidos quienes deben invitar a sus electores”, expresó.
No obstante, fuera del municipio Sifontes, el personal de estas ferias electorales tampoco tenía claro el proceso. Al menos así ocurrió en Ciudad Guayana. Al consultar sobre la votación en Guayana Esequiba y manifestar las confusiones sobre quiénes votan en esa nueva circunscripción, el equipo técnico del CNE más que aclarar, invitaban a hacer esa aclaratoria con la consulta vía mensaje de texto al 2637 con su número de cédula. “Allí te dicen el centro electoral y la parroquia, y buscas en la página de divulgación cuáles son los candidatos”.
Circunscripción por estrategia
El candidato a la gobernación por UNT y Unión y Cambio, Alexis Duarte Perroni, también denunció una campaña de desinformación y aseguró que desde el inicio, Tumeremo -capital istrativa del estado Guayana Esequiba- debería formar parte de la elección. “Tumeremo tiene una carga simbólica e histórica. Fue allí donde el general Domingo Antonio Sifontes expulsó a los ingleses. Excluirlo del proceso es incoherente”, expresó.
Duarte también advirtió que esta decisión podría responder a razones políticas: “Creemos que el gobierno traslada la elección a zonas donde puede controlar el voto, como El Dorado y el kilómetro 88, dejando fuera comunidades donde no tiene ventaja”.
Pero son esas zonas las más olvidadas y desatendidas en el municipio. En la parroquia San Isidro, por ejemplo, se ubica San Miguel de Betania, una comunidad indígena cuyas únicas dos escuelas y el ambulatorio se construyeron hace más de 20 años, en la gestión de Andrés Velásquez, el primer gobernador de Bolívar electo por voto popular en 1989.

“En campaña ha venido el candidato Neil Villamizar (oficialismo) y su grupito, quienes se han dedicado a hacer promesas sin fundamento real. Le planteamos nuestras necesidades y nos dijo que él no cuenta con los recursos para enfrentar y solucionar los problemas que afectan a la comunidad. Es un discurso, no trae respuestas ni soluciones concretas”, cuestionó un habitante indígena de San Miguel de Betania.
El abanderado del Gran Polo Patriótico, el almirante Neil Villamizar, desde noviembre de 2024 fue designado jefe de gobierno del estado Guayana Esequiba, en calidad de encargado, según decreto N° 5.032.
Su respuesta sobre la falta de recursos solo dejó más escepticismo en la población, que ante la dualidad del voto que enfrentan en estas elecciones temen convertirse en una “tierra de nadie”, donde los representantes de ambos estados se desentiendan de sus ciudadanos.
“Vemos cómo el gobierno y los mismos militares politizan temas importantes como el Esequibo, sin lograr recuperar lo que realmente nos pertenece. Todo se queda en simples discursos politiqueros, sin resultados. Por aquí, en nuestras comunidades, que pertenecemos a la parroquia San Isidro, y desde San Antonio hacia El Dorado y La Costa, la gente está consciente de estas estrategias que sólo buscan dividirnos, como lo del doble voto entre parroquias. Son maniobras políticas que no solucionan la realidad de nuestra gente», agregó el habitante del grupo pemón.
Hasta 14 votos y 12 centros electorales
En Dalla Costa y San Isidro se habilitaron 12 centros electorales con 25 mesas de votación, para un total de 21.403 electores, quienes deberán emitir hasta 14 votos en una sola jornada. Son 10 cargos diferentes a elegir entre: gobernador de Bolívar, gobernador del estado Guayana Esequiba, diputados por lista y nominales para ambos estados, además de los representantes indígenas que se escogerán el 1 de junio, en una jornada separada.
Esto convierte a Dalla Costa y San Isidro en las únicas parroquias del país con doble carga electoral. “Mientras que en los 334 municipios del país se emiten en promedio cinco votos, en estas parroquias se vota el doble”, explicó el politólogo Aníbal Sánchez, al tiempo que advirtió que esto requiere una campaña informativa más intensa y precisa.
También apuntó que, aunque se han realizado esfuerzos informativos, “ello no implica que dejemos de denunciar fallas o proponer mejoras al sistema”. Reconoció que el diseño del proceso partió de tres opciones: usar una casilla nacional, extender parroquias vecinas o designar delegados entre diputados ya electos.
Sánchez resaltó que, aunque los representantes del nuevo estado sesionarán posiblemente fuera de su territorio -Tumeremo-, su labor será altamente simbólica. “Esto puede incluir la creación de escudo, bandera, himno y hasta una constitución para el nuevo estado. Se trata de pasos políticos sin dejar de lado el conflicto internacional en torno a la soberanía sobre el territorio Esequibo”, acotó.
Las urgencias del sur
Además de lo electoral, la región vive una grave crisis de servicios públicos. El candidato Duarte denunció que 70% de las comunidades del sur de Bolívar carecen de energía eléctrica continua, debido al uso excesivo por parte de molinos mineros conectados irregularmente a las redes de alta tensión. Esto impacta directamente en hospitales, hogares, comercios y escuelas.
También mencionó problemas con el al agua potable, falta de salas de emergencia equipadas y escasez de insumos médicos. “El abandono institucional es evidente. El nuevo gobierno regional debe priorizar soluciones básicas”, sentenció.
A esto se suma que estas zonas están expuestas a un Estado paralelo dominado por grupos irregulares armados, quienes tienen el control sobre los precios en alimentos y combustible, la moneda que se maneja (oro, reales brasileros o dólares), el cobro de vacunas a comerciantes y el trabajo en las minas.
Mientras tanto, la ciudadanía en la zona mantiene su escepticismo con este proceso electoral que solamente les genera más preguntas que respuestas.