“Es inaceptable que a 40 días de la supuesta fecha de las elecciones regionales aún el Consejo Nacional Electoral no apruebe el cronograma”, expresó el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Juan Carlos Caldera, en un mensaje publicado en redes sociales la mañana de este domingo 3 de septiembre.
Según su teoría esto obedece a una serie de situaciones que ha complicado los planes políticos del Gobierno. “Su primera estrategia era sorprender a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunciando el adelanto de las elecciones de diciembre a octubre y dando solo 48 horas para las postulaciones”, fue uno de los puntos que sacó a la luz. En seguida, aclaró que la coalición opositora inscribirá 23 candidatos unitarios, algunos serán electos en las próximas primarias de este domingo 10 de septiembre.
El parlamentario indicó que además hay tres variables que inciden en que el CNE aún no fije la fecha de las regionales. ” 1) El pago de 3.525 millones de dólares de deuda, entre el 15 de octubre al 20 de noviembre, dinero que aún no tiene; 2) La crisis del efectivo que se profundiza y afecta en mayor medida a los sectores mas pobres y 3) La participación unitaria de la MUD en las regionales que logró sortear estos primeros obstáculos inscribiendo candidatos y construyendo la unidad”, apuntó.
De esta forma, Caldera hizo un llamado para que se le exija al Poder Electoral la publicación del cronograma que, según señaló, tiene más de dos semanas sometido a discusión.
Este sábado, 2 de septiembre, el diputado y secretario general de Un Nuevo Tiempo de Lara, Guillermo Palacios, también realizó un llamado de atención al CNE para que fije las fechas de las elecciones de gobernadores.
En junio de este año, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció la aprobación de un cronograma que tenía como fecha tentativa para los comicios regionales el 10 de diciembre del 2017.
A principios del mes de agosto, se volvió a pronunciar sobre el tema, porque un decreto Constituyente ordenaba adelantar las elecciones regionales para el mes de octubre. Eso amerita una reprogramación de la agenda electoral que aún no se ha hecho pública.