Mientras aún se habla sobre la excarcelación, o más bien cambio de condiciones de reclusión del parlamentario Juan Requesens, otros cuatro diputados de la Asamblea Nacional están bajo la condición de presos políticos recluidos en distintos calabozos del país.
De nada les sirvió a estos dirigentes políticos obtener inmunidad parlamentaria cuando fueron elegidos en 2015, pues los organismos judiciales del país han anulado este privilegio y los han sumado a la larga lista de prisioneros por oponerse al gobierno de Nicolás Maduro; 386 según el último reporte de la ONG Foro Penal.
De los 112 legisladores que la oposición consiguió en las elecciones de 2015, cerca de 30 han perdido la inmunidad por decreto de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y sentenciado por el Tribunal Supremo de Justicia. Varios de ellos se han autoexiliado en distintos países del mundo, como Julio Borges, Gaby Arellano, José Manuel Olivares, Rosmit Mantilla, Dinorah Figuera, Sonia Medina, Ismael García, Germán Ferrer y Adriana D’Elía o confinado en embajadas, como el caso de Freddy Guevara.
Pero en este tiempo, parlamentarios como Requesens, Gilber Caro, Renzo Prieto, Antonio Geara, Ismael León, Edgar Zambrano, Gilberto Sojo y Rosmit Mantilla han sido puestos detrás de las rejas, aunque solo los tres últimos han sido liberados con medidas cautelares.
Renzo Prieto y Gilberto Sojo eran presos políticos cuando fueron electos en 2015 y la libertad que les correspondía solo se concretó tres años después.
A Caro lo volvieron a apresar poco tiempo después de que se le había otorgado un beneficio procesal.
Los que siguen en calabozos
Aunque salió ayer de su reclusión en las mazmorras de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en el Helicoide, Caracas, Requesens, de 31 años, es el legislador que lleva más tiempo en prisión, ahora desde su casa. Fue detenido el 7 de agosto de 2018 sin orden de captura e irrespetando su inmunidad parlamentaria, que fue levantada al día siguiente por la ANC. Lo acusan del supuesto atentado con drones contra Nicolás Maduro.
Renzo Prieto y Gilber Caro han sido encarcelados, excarcelados y vueltos a encarcelar durante el gobierno de Maduro. El primero pasó cuatro años detenido hasta 2018 y volvió a la cárcel el 10 de marzo de este año. Tres días después sus familiares y abogados perdieron la comunicación con él y desde entonces, por algunos intermediarios, se han enterado de que el legislador “está durmiendo en el suelo” de un calabozo caraqueño.
Caro, en cambio, cumple su cuarta prisión, aunque la primera vez fue por motivos ajenos a la política y antes de convertirse en diputado. Las otras tres aprehensiones se produjeron entre 2017 y 2019, cuando, pese a ser legislador, ha estado en situación de “desaparición forzada” durante semanas.
Los diputados menos nombrados, Antonio Geara e Ismael León, también acumulan meses privados de libertad pese a que la Constitución les confiere inmunidad.
León se encuentra bajo arresto domiciliario desde enero y hasta ahora la defensa sigue sin al expediente del caso.
Geara fue detenido en marzo, dos meses después de ser “brutalmente agredido” por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), una situación que lo obligó a operarse por lesiones en las rodillas.
Según datos de ONG defensoras de los DD. HH., uno de cada cinco diputados ha sido procesado judicialmente en Venezuela en los últimos cinco años. Con esa estadística, se prepara una nueva elección de legisladores para el 6 de diciembre y, aunque el riesgo que conllevan los escaños es innegable, cerca de 90 organizaciones políticas planean postular candidatos.