El mundo fue sacudido la madrugada de este 24 de febrero con el inicio de una guerra tantas veces anunciada: el ataque armado de Rusia a Ucrania.
Pese a las advertencias del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) de aplicar sanciones, y de una llamada desesperada del presidente ucraniano Volodímir Zelenski; Vladimir Putin dio el temido paso: lo que denominó una «operación militar especial» en la región del Donbas (pero va más allá), acción que occidente condena y llama «invasión».
A continuación se plantean algunas preguntas y respuestas básicas para comprender mejor el conflicto y por qué preocupa tanto a Europa.
¿Por qué Rusia ataca a Ucrania?
Putin justifica su «operación militar especial» en la supuesta «desmilitarización y desnazificación de Ucrania», cuyo gobierno, aseguró, llevaba a cabo un «genocidio» contra los separatistas prorrusos desde hace ocho años. Alegó haber recibido una solicitud de ayuda de líderes de los territorios separatistas (este de Ucrania) respaldados por Rusia con apoyo logístico desde 2014, cuando ocupó Crimea.
Ucrania y sus aliados, principalmente Estados Unidos han denunciado desde noviembre de 2020, el despliegue de grandes cantidades de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana. Es importante tener en cuenta que tras declarar la independencia de la Unión Soviética en 1991, las relaciones entre Rusia y Ucrania han sido tensas y se considera que empeoraron desde el inicio del nuevo milenio.
Hace tres días Putin reconoció a las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y la de Lugansk, pero sin implicar anexión a Rusia y encargó al Ministerio de la Defensa, mantener la paz en ambos territorios.
«Estados Unidos y la OTAN han convertido descaradamente a Ucrania en un teatro de posibles acciones militares contra Rusia», justificó Putin.
¿Por qué el conflicto alarma a Europa?
«Es una situación terrible con perspectivas peligrosas. Putin entró en Ucrania; inicialmente dijo que era solo la zona de Donbas, pero en la madrugada abarcó el resto de Ucrania (…). Ahora el peligro es para el resto de Europa Oriental porque, de facto, Putin está absorbiendo dos Estados: Ucrania y Bielorrusia, donde tiene a un gobernante títere; pero en el momento que lo quiera tomar también, ya tiene las tropas adentro», advierte el internacionalista Félix Arellano en entrevista con Efecto Cocuyo.
El también profesor universitario cree que si Rusia avanza con sus tropas otras repúblicas como Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Polonia y Rumania, que son de la OTAN, pudieran verse amenazadas, por lo que el argumento de occidente para no intervenir en el conflicto porque Ucrania no es parte de la OTAN, quedaría sin efecto.
En consecuencia, se teme que el conflicto pudiera escalar al punto de una tercera guerra mundial, con una intervención militar de Estados Unidos, algo que el presidente Joe Biden, continúa descartando.
«Putin quiere negociar con los tanques en el territorio y todos los actores involucrados tienen una capacidad militar grande, Rusia, EEUU, la UE, la OTAN, tienen armamento nuclear, por lo que la escalada del conflicto es impredecible, el desafío para occidente que ya reacciona con sanciones económicas que han demostrado ser poco eficientes, es grande», alerta.
De hecho, ante el inicio del ataque de Rusia a Ucrania y la amenaza a varios de sus , la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) decidió activar planes de defensa de momento preventivos, proporcionados y no escalatorios.
Europa está alarmada porque la invasión a un Estado soberano ocurre en el mismo contienente no lejos. El conflicto Rusia-Ucrania es considerada por medios internacionales como «la mayor crisis de seguridad» en el continente Europeo.
¿Qué puede perder Europa?
Ante la invasión rusa a Ucrania, de momento, la UE toma las medidas que están bajo su competencia: las sanciones.
«Estas sanciones suprimirán el crecimiento económico de Rusia, aumentarán costos de endeudamiento, aumentarán inflación, intensificarán la salida de capital y erosionarán gradualmente su base industrial (…) Nuestras medidas debilitarán la posición tecnológica de Rusia en áreas clave en las que la élite obtiene la mayor parte de su dinero, desde componentes de alta tecnología hasta software de última generación”, sostuvo la presidenta de la Comisión Europea (CE) Ursula Von Der Leyen.
EE. UU. se sumó a las medidas restrictivas contra la economía Rusa, primero para disuadir y ahora para castigar las acciones de Putin.
Por otro lado, el Ejército de Rusia ocupó la antigua central nuclear de Chernóbil después de fuertes combates contra las Fuerzas Armadas ucranianas, por lo que otro peligro se cierne sobre Europa.
Antón Gueráschenko, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania alertó que si los depósitos con restos radiactivos almacenados en Chernóbil resultaron dañados, «el polvo nuclear puede propagarse por todo el territorio de Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea», tal como ocurrió en 1986.
Seguridad energética amenazada
Europa depende del gas ruso porque sus reservas están en mínimos históricos (inventarios con 47 % de la capacidad total y se requiere 60 %) y la demanda de invierno aún no ha terminado. De acuerdo con reseña de DW, Moscú suministra alrededor de 40 % del gas importado de Europa.
Se advierte que en respuesta a sanciones de la UE que afectan la autorización de Alemania al nuevo gasoducto Nord Stream 2 que va de Rusia a territorio alemán, Rusia puede cortar el suministro de gas a Europa.
Las empresas energéticas estadounidenses aumentaron la capacidad de exportación de gas natural licuado casi 20 % pero si Putin cierra los grifos, el nuevo suministro puede no ser suficiente para rescatar a Europa, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía.
¿Cuáles son los aliados de Rusia?
El aliado de mayor peso para Rusia es el gobierno de Bielorrusia, presidido por Aleksandr Lukashenko, quien prestó su frontera con Ucrania para el despliegue de soldados rusos meses antes del ataque de este 24 de febrero.
Luego está China, considerado más un aliado estratégico. Medios internacionales no han pasado por alto que el gobierno Chino no ha salido públicamente hasta ahora a apoyar la acción bélica sobre Ucrania pero tampoco la ha rechazado. Hacia el medio oriente existe apoyo mutuo entre Putin y Bashar al-Aassad, con presencia importante de Rusia en Siria, azotada por la guerra civil, desde 2015.
Al otro lado del mundo, Putin ha estrechado lazos con Cuba, Venezuela y Nicaragua, istraciones señaladas de violaciones de derechos humanos.
«Los países aliados a Rusia en América Latina se sienten empoderados porque creen que Rusia seguirá avanzando sin mayores presiones, por lo que se fortalecen autoritarismos en países como Venezuela», apunta Arellano.