Después de más de un año de súplicas para que fueran respetados sus derechos humanos y se les concediera un salvoconducto para salir de Venezuela, los cinco del equipo de María Corina Machado se encuentran libres y en Estados Unidos.
La noticia de la salida de la exjefa de campaña de Machado, Magalli Meda; el coordinador de relaciones internacionales, Pedro Urruchurtu; la jefa de comunicaciones, Claudia Macero; el exdiputado Omar González y el asesor Humberto Villalobos, de la Embajada de Argentina, sorprendió la tarde del 6 de mayo cuando ya se hallaban fuera del país.
Machado y el secretario del Departamento de Estado de EEUU, Marco Rubio, “picaron adelante” con su versión del hecho: una operación de rescate “exitosa” que superó el estrecho cerco policial que día y noche custodiaba la sede diplomática. Aunque no hay una versión oficial ni completa de los hechos, ha circulado que un país que no es EEUU ayudó con el plan.
Un día después, el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, aseguró, sin pruebas, que se trató de una negociación y que Macero fue la primera que abandonó la embajada meses antes (agosto) con “ayuda” de un coyote, que estaría detenido.
Estaban en la embajada desde el 20 de marzo de 2024 y ocho días más tarde Argentina les otorgó el estatus de refugiados. A la sede diplomática llegaron los seis colaboradores de Machado para escapar de las órdenes de captura solicitadas por el fiscal Tarek William Saab, quien los señala de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El asedio arrecio luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando el personal diplomático argentino fue expulsado porque el gobierno de Javier Milei no reconoció el triunfo de Maduro anunciado por el Poder Electoral. Desde agosto de 2024, la embajada permanencia bajo la protección de Brasil país al que Miraflores le revocó la autorización en septiembre, pese a ello la nación suramericana no abandonó la custodia hasta que no se aceptara la protección de otro Estado.
A continuación un resumen de la condición en la que se encontraban los seis de Vente Venezuela en los últimos meses.
3 de febrero
Con la desesperación reflejada en el rostro, Meda, junto a Omar González y Pedro Urruchurtu, clamaron por la activación “urgente del poder diplomático” que facilitara la emisión de salvoconductos por parte de Miraflores para que pudieran abandonar de manera segura la sede diplomática.
La exjefa de campaña de Machado denunció que los organismos de seguridad impedían el ingreso de medicinas a la embajada y agua potable y que seguían sin servicio eléctrico luego de 70 días. Se alertó que González, de 75 años de edad, padecía de una lesión crónica del corazón, por lo que requería de manera urgente medicamentos que debía tomar a diario.
Vale recordar que en diciembre, uno de los refugiados y asesores de Machado, Fernando Martínez Mottola, de 70 años, se entregó a las autoridades, fue enviado a su residencia y falleció el 26 febrero, a causa de una hemorragia intracerebral. Personas cercanas subrayaron que sus últimos días siguió siendo víctima de persecución política.
14 de febrero
La Plataforma Unitaria Democrática denunció “agravamiento” de las condiciones de los cinco refugiados en la embajada argentina por el corte del suministro eléctrico que para entonces llegaba al día 83 y porque se habían quedado sin agua. También se insistió en restricciones para el ingreso de medicinas y alimentos, además de un «permanente amedrentamiento» a «cualquier persona» que llevara «algún producto o alimento a la embajada».
«No conformes con no autorizar el ingreso, los retienen hasta por dos horas para luego devolverlos, no sin antes amenazarles. Esto dificulta con creces la disposición y factibilidad de suministro de insumos, ante el riesgo que implica para quien se atreve a acercarse», señaló la PUD en un comunicado.
La coalición opositora aseguró que había enviado varias comunicaciones al cuerpo diplomático en el país para solicitar la mediación para la emisión de salvoconductos sin éxito.
18 de febrero
El Comando Con Venezuela emitió un comunicado en el que denunció que la planta eléctrica que funcionaba en la embajada argentina en Caracas, «colapsó» durante la madrugada de ese día.
«La madrugada de este martes colapsó y dejó de funcionar la planta eléctrica que mantenía con energía a la embajada de Argentina en Caracas desde noviembre del año pasado. Esto ocurre solo tres días después de la denuncia pública que hicieron los cinco asilados en esa sede diplomática sobre el asedio al que los mantiene sometidos el régimen de Nicolás Maduro», reza parte del texto que difundieron en la red social X.
27 de febrero
El exdiputado Omar González denunció que a las afueras de la dependencia diplomática había una vigilancia «asfixiante» con agentes policiales «fuertemente armados» y «francotiradores apostados en los tejados».
También, aseguró, hay «drones que sobrevolaban constantemente la sede diplomática, sofisticados sistemas de interferencia telefónica e Internet, creando un ambiente de terror y control absoluto».
28 de febrero
“Tú ves que van constantemente camiones cisternas a la embajada rusa, a la casa apropiada de al lado, a la embajada de Corea. A nosotros no nos permiten la cisterna sino una vez cada 12 o 15 días, cuando les da la gana, y solamente por tres minutos. Viene cargada con 10.000 litros y no nos bajan ni 2000 litros de agua. El agua de la piscina por supuesto está absolutamente estancada, podrida y eso lo usamos para además bajar las pocetas [inodoro]. Por supuesto, el hedor en toda la casa, por mucho que limpiamos, es muy fuerte”.
“Pedimos bolsas de hielo y mantenemos refrigerado un poco de lo que queda, porque mucho se dañó y lo botamos. Entonces, hacemos sándwiches, arroz, mucha pasta, latas de atún, cosas de untar. Hemos aprendido a manejar esto de manera de que no nos afecte, porque cada vez se ha complicado mucho más y toca resistir, ¿no? Hasta que esta pesadilla termine”.
“Aquí todos han tenido accidentes. Fernando una noche se reventó la cabeza, tocó ayudarlo y curarlo. Omar también se desvaneció completamente. Humberto tuvo una caída en una de las noches oscuras y llegaron los paramédicos del régimen después de 20 horas para coserlo con más de 20 puntos. Yo rodé por las escaleras una noche y me di durísimo en la columna, pasé una semana casi que no me podía ni sentar. Pedro se cortó la mano con un cuchillo. Son accidentes que pasan a cualquiera, pero tú estás aquí encerrado desde diciembre sin ningún tipo de acompañamiento del cuerpo diplomático, sin ningún tipo de acompañamiento de los empleados que tenían años trabajando para esta embajada”, declaró Meda al medio argentino La Nación.

20 de marzo
Los cinco colaboradores de Machado cumplieron un año en la Embajada de Argentina, cuando de nuevo solicitaron salvoconductos para salir del país y acciones por parte del cuerpo diplomático que todavía se encontraba en Venezuela, tras las expulsiones de 2024 a los representantes de países como Argentina y Chile.
Para entonces dieron cuenta de varias amenazas de ingreso a la sede diplomática y 118 días de corte de electricidad, por lo que dependían de un pequeño solar y una planta eléctrica con fallas. Denunciaron un limitado al agua potable.
Se supo además que un trabajador de la embajada fue detenido y no se conocía su paradero y que el resto de los empleados no tenían permitido el ingreso. Tampoco los diplomáticos de Brasil, pese a custodiar la sede.
Para entonces, María Gabriela Olavarría, coordinadora de Comando con Venezuela España, entregó en la sede del Ministerio de Exteriores, en Madrid, una carta en la que solicitaban una intervención diplomática de ese país, en favor de los cinco refugiados. La PUD también reiteró su petición sobre la emisión de salvoconductos para los cinco refugiados.
1 de abril
Magalli Meda volvió a denunciar que los agentes de la Dirección de Acciones Estratégicas de la Policía Nacional Bolivariana (DAET-PNB) y de Tácticas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) impedían el paso de camiones de agua potable, por lo que se veían obligados a racionar el consumo.
“Se atrevieron a, simplemente, negar el a agua potable. Es muy grave, es una raya roja que no se habían atrevido a pasar”, alertó Meda para entonces.
Sobre esto, escribió el exdiputado Omar González ya desde el exilio en el semanario La Razón: “La embajada, que debía ser un baluarte de soberanía, se convirtió en un teatro de tortura psicológica. Los días se alargaron hasta volverse eternos. Sin electricidad, dependíamos de linternas y velas que se consumían como nuestras fortalezas físicas y emocionales. Sin agua, racionábamos cada gota, temiendo el día en que no hubiera más”.

12 de abril
La Cruz Roja venezolana informó, a través de un comunicado, que prestó asistencia al grupo de cinco personas que permanecen en la embajada argentina en Caracas.
“Basados en nuestros principios fundamentales de humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad, y contando con la aceptación de las partes involucradas, en el día de hoy hemos brindado asistencia de salud a los ciudadanos que se encuentran en la residencia de la Embajada de la República Argentina en Caracas”, indicó el escrito divulgado a la opinión pública.
Se reportó como la primera vez que los refugiados recibían asistencia médica desde su ingreso a la sede diplomática el 20 de marzo de 2024, pese a que algunos como Omar González presentaban enfermedades preexistentes y las denuncias sobre obstáculos para el ingreso de medicinas no paraban.
Los opositores aseguraban que comían alimentos enlatados, arroz y fideos y utilizaban como fuente de energía un ventilador con un solar, que tenían puertos de carga para los teléfonos móviles.
24 de abril
Los refugiados en la embajada pidieron nuevamente “y de manera especial”, a los gobiernos del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y del argentino Javier Milei que «exijan y presionen» por la emisión de salvoconductos para su salida de Venezuela, cuando se cumplían 400 días de su ingreso a la sede diplomática.
Subrayaron que la medida está contemplada en la legislación internacional pero que la istración de Maduro se negaba a cumplirlo. En varias oportunidades, Cabello había rechazado negociar la salida de los de Vente Venezuela. La última vez fue el 24 de marzo.
Reiteraron que desde su ingreso a la embajada para evitar la prisión han sufrido «todo tipo de atropellos físicos, mentales y emocionales, acompañados del permanente asedio y de la falta de servicios básicos elementales».
«Desde hace cinco meses no contamos con electricidad directa ya que los fusibles fueron sustraídos, y desde hace cinco meses no fluye el agua en las tuberías de la residencia porque simplemente no llega», insistieron en denunciar.