El canciller de Nicolás Maduro, Yván Gil, publicó un comunicado en respuesta a la petición del Alto Comisionado de la ONU para DDHH, Volker Türk, quien más temprano exigió la liberación de presos políticos en Venezuela, se pronunció en contra de las desapariciones forzadas en el país y habló del caso del abogado de Provea, Eduardo Torres.
En el texto del Ministerio de Relaciones Exteriores, Gil habla de la «actitud omisiva, parcializada y cobarde» del alto funcionario de Naciones Unidas, al que recrimina por supuestamente no pronunciarse ante la deportación de más de 200 venezolanos que Estados Unidos envió a una cárcel de El Salvador.
«El Alto Comisionado ha guardado un silencio cómplice, sin exigir su liberación ni pronunciarse«, menciona el comunicado en el que también se habla de la niña Maikelys Espinoza Bernal, que permanece en EEUU, mientras que la Casa Blanca envió a su papá a El Salvador y se negó a entregarla a su madre a la que deportaron a territorio venezolano hace varias semanas.
Türk, a través de su portavoz oficial, condenó que en Venezuela se viva «un clima de miedo» por las «detenciones y desapariciones forzadas de críticos» a la istración de Nicolás Maduro, quien en enero pasado juró a un tercer mandato pese a su cuestionada reelección, que no reconoce la Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora en el país, que reclama el triunfo para quien fue su abanderado, Edmundo González Urrutia.
Qué irritó al chavismo del Alto Comisionado
El funcionario instó «a las autoridades a proporcionar rápidamente detalles sobre el destino y paradero de los desaparecidos y detenidos a sus seres queridos, así como a garantizar que tienen a abogados de su elección», al referirse específicamente al caso de Eduardo Torres, abogado y miembro del equipo de exigibilidad de la organización no gubernamental Provea, que denunció su desaparición desde el pasado viernes 9 de enero cuando se comunicaron por última vez con él a las 4:00 de la tarde.
La Cancillería venezolana ante estas declaraciones aseguró que «su reciente y tibia declaración evidencia el doble rasero inaceptable: mientras ataca con virulencia a Venezuela, guarda silencio ante los abusos cometidos por gobiernos alineados a intereses hegemónicos. Pareciera más enfocado en conservar su cargo que en defender los derechos humanos».
El Alto Comisionado también hizo hincapié a tres personas que murieron tras las protestas poselectorales del 28 de julio de 2024, aunque no habló de nombres específicos.
«Nuestra Oficina sigue preocupada por las condiciones de detención, en particular la falta de a alimentos adecuados y atención médica», dijo a la prensa la portavoz de este organismo, Liz Throssell.
La última vez que Türk habló de desapariciones forzadas en Venezuela fue durante el arresto de la también abogada y activista de DDHH Rocío San Miguel en febrero de 2024, cuando la gestión de Maduro decidió expulsar a los funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado en Caracas, que estuvieron fuera del país hasta finales del año pasado.
Aunque volvieron, desde entonces habían mantenido un perfil más bajo.