A las 10 de la mañana inició la movilización. Los opositores se concentraron en Altamira y El Marqués, en el este de Caracas, y marcharon hasta Chacaíto, donde el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, daría lineamientos sobres las acciones de protestas que se realizarán en los próximos días.
Durante los seis kilómetros recorridos por los manifestantes opositores por la avenida Francisco de Miranda no hubo represión; tampoco enfrentamiento entre manifestantes y algunos funcionarios de Polichacao que se encontraban en las equinas. Solo en La Candelaria, al oeste de la ciudad, los efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), reprimieron con gas lacrimógeno a quienes se intentaron reunir para marchar a la plaza José Martí.
Al grito de “calle sin retorno” miles de manifestantes acataron el llamado que hiciera el también presidente de la Asamblea Nacional (AN) este sábado 16 de noviembre. A pesar del cierre de las estaciones del Metro de Caracas, los ciudadanos se movilizaron.
La medida tomada por el principal sistema de transporte de la ciudad no sorprendió a Fabricio Sánchez, quien caminó con su gorra tricolor desde La California a Altamira.

Nelly González y Jimmy Campo, una joven pareja que vive en La Vega, al oeste de Caracas, estaban en la plaza Francia de Altamira. Ambos enumeraron los motivos por los cuales asistieron a la protesta: “En nuestra parroquia padecemos la falta de agua, de luz, sobreprecio de los productos alimenticios y falla en el sistema de transporte, por estos motivos protestamos”, aseguraron.
Críticas a Guaidó
Con pancartas, banderas y gorras tricolores, cientos de ciudadanos seguían llegando a Altamira. El joven Carlos Caballero era uno de ellos; a pesar de definirse como opositor al gobernante Nicolás Maduro llevaba en sus manos un cartel que decía “Guaidó estafador”; su forma de protesta molestó a más de un manifestante. “Vete de aquí, tú eres un chavista, eres un infiltrado”, le dijeron entre empujones.
“Yo estoy en total desacuerdo con que los políticos nos sigan engañando, soy un venezolano cualquiera y de verdad me he visto defraudado con esta clase política balurda y abusadora, no puede ser que la dirigencia no tenga la conciencia ni saber medir”, dijo Caballero tras ser interrumpido por los abucheos de un grupo de manifestantes.
La movilización partió de Altamira a las 11:35 de la mañana. Con pitos y gritos en apoyo a Guaidó tes se desplazaban por una de las principales vías de la ciudad. Al llegar a lugar donde murió el joven Neomar Lander, en las protestas de 2017, encapuchados que se identificaron como la resistencia, rindieron homenaje al adolescente y entonaron el himno nacional.

Con el grito al unísono de “sí se puede”, los opositores esperaban al presidente encargado del país en Chacaíto, a la altura de la torre Zurich. A la 1:02 de la tarde llegó Guaidó y fue ovacionado por la multitud; después de saludar se subió a una tarima improvisada sobre un camión y dijo: “la dictadura tiene pánico. Lo pudimos hacer con la gente en la calle”.
“Vamos mi presidente échale bolas” gritaba de manera frenética una mujer, mientras el también presidente del Parlamento venezolano daba su discurso ante sus seguidores.
Durante su alocución, Guaidó, se refirió a la movilización chavista que también se realizaba a unas cuadras del Palacio de Miraflores, en el centro de Caracas. “Los cobardes se encerraron en cuatro cuadras, en una esquina, movilizaron al país y ni siquiera fueron a la (avenida) Bolívar”.
“Calle sin retorno, calle sin retorno,” volvía a gritar la muchedumbre interrumpiendo el discurso del líder del Parlamento. “Esta no es una lucha por el poder, aquí hay un solo país luchando para poder vivir con dignidad”, dijo mientras era aplaudido.
Alrededor de 40 minutos duró el discurso de Juan Guaidó. Antes de bajarse de la tarima, el parlamentario hizo una “consagración” en presencia del sacerdote Wilfredo Corniel para luego invitar a los manifestantes a cantar el himno nacional en la embajada de Bolivia en Caracas. “Minutos antes de llegar aquí, sostuve una conversación con Jeanine Áñez, presidenta interina de Bolivia”, afirmó.
Junto a cientos de simpatizantes Guaidó lideró la marcha hacia la sede diplomática del país andino, donde reafirmó que desde el próximo lunes 18 de noviembre en el país se reactivará la “agenda de conflicto”.
