El politólogo y director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, considera que las elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre abonan el camino hacia la autocratización en el país.
En el foro Prospectivas para Venezuela 2020, realizado por el centro de estudios que dirige, el profesor explicó que una elección hace más probable la autocratización si sirve para hacer que la represión sea menos costosa y fácil de concentrar en líderes de la oposición o incluso innecesaria.
Si los comicios permiten que el régimen pueda controlar el costo de tolerar a la oposición manteniéndola dividida, usando las elecciones como medio para generar clientelismo competitivo (ofrece incentivos a algunos y otros no), también profundizan la autocratización.
“Lo que vamos a tener en diciembre es una elección multipartidista no competitiva y esto va a tener como efecto una abstención importante del lado del elector opositor que no va a encontrar una alternativa que lo represente y una gran dispersión del voto que va a influir en las mayorías de la Asamblea Nacional”, señaló.
Calificó la intervención de partidos políticos de oposición de “expropiación de las alternativas electorales”.
Alarcón también identificó las condiciones que se deben dar para que una elección haga posible la democratización. “Si sirven para hacer la represión costosa logrando que la oposición se unifique y si logran que el régimen sea más tolerante con la oposición, porque eso le hace ver más legítimos, pero termina originando deserción de los suyos hacia la oposición”.
No obstante, el analista advirtió que los boicots electorales “nunca han mostrado resultados capitalizables en el largo plazo”.
Liderazgo de Guaidó
En su exposición afirmó que el dirigente opositor Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino, experimenta una caída en los niveles de confianza.
Adicionalmente tiene dificultades crecientes para mantener la cohesión y coordinación de la oposición como consecuencia de los procesos electorales de este año y el próximo.
El mantra “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” generó un efecto boomerang que se traduce en dificultades para cambiar a una narrativa proelección.
El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Ucab describió a la coalición opositora como una instancia que tiene una cohesión “muy frágil”. “Se desdibuja su identidad”, dijo.
Este escenario favorece la aparición de un outsider, una posibilidad que aumentará si el gobierno interino termina operando desde el exilio.
Alarcón ve al régimen de Maduro muy cohesionado con el sector militar y con alta resistencia a un cambio por los costos que esto representa para la cúpula gobernante.
Comunidad internacional
Destacó que en la comunidad internacional hay dificultad de coordinación entre actores, una pérdida de expectativas sobre un cambio político y un rechazo mayoritario a una salida militar y apoyo a una electoral.
Sobre Estados Unidos, el politólogo señaló que las decisiones reflejan los desacuerdos internos que existen sobre qué hacer con Venezuela y las consecuencias de la pandemia, así como del proceso electoral que muestra una tendencia a la derrota de Donald Trump, afectan la capacidad de respuesta.
Sobre Europa, indicó que los países que integran la Unión Europea están priorizando lo humanitario sobre lo político, cuestionan la efectividad de las sanciones y coinciden en que la salida debe ser electoral.
Escenario probable
Alarcón subrayó que hay expectativas de cambio y disposición a votar y a movilizarse. Sin embargo, la polarización comienza a aumentar los extremos.
“Los que creen que es necesario adaptarse para sobrevivir suman 25%, pero los que están dispuestos a asumir acciones de lucha sin importar los costos alcanzan el 36%”, expuso en referencia a un estudio de coyuntura nacional que realizó el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Ucab con apoyo de la encuestadora Delphos.
El escenario político más probable para el profesor es el de la autocratización donde hay mayor concentración del poder en una élite muy reducida; avances en el control del régimen sobre el poder político; menor dependencia de la legitimidad electoral y eliminación de los contrapesos institucionales o políticos.