Maturín ( Especial) Luis Rafael Díaz Turmero se graduó de médico el 17 de diciembre de 2014. Un orgullo para sus padres Luis Díaz y Zia Turmero, a quienes se les ve en Facebook compartir con su hijo en el aula magna de la Universidad Central de Venezuela, de donde egresó a los 22 años con honores.
Su corta carrera incluyó la rural en el hospital de Caripito, otrora municipio petrolero del estado Monagas. Luis Rafael trabajaba en una clínica privada en Maturín y estaba por comenzar la residencia en la especialidad de anestesiología. Este martes, 15 de marzo, se levantó temprano por petición de su mamá, quien le pidió comprar materiales de construcción para continuar los trabajos de remodelación en su hogar.
Luis salió a la ferretería, en la vía hacia la parroquia La Pica en la capital monaguense, donde dos antisociales le robaron el teléfono a las 9:00 de la mañana, cuando conversaba por el aparato con su mamá, a quien le preguntaba sobre la adquisición de un machihembrado. En ese momento lo mataron. Así lo relata su prima hermana, la periodista María Daniela Martínez Turmero, quien desde España narra con dolor el asesinato del joven.
La indignación por este crimen no se ha hecho esperar. El viernes 18 de marzo los médicos del Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” (Humnt), el centro de salud más grande del estado Monagas, salieron a la calle para exigir seguridad y se resuelva la crisis de insumos en áreas tan críticas como terapia intensiva, sala de parto, nefrología y la emergencia del lugar, una lucha que los ha mantenido en las calles desde el 28 de enero.
A la manifestación que salió de las afueras del Humnt asistieron los padres y la hermana de Luis Rafael, su gemela Martha. Su papá Luis Díaz conversó con Efecto Cocuyo. Condenó el asesinato de su hijo y cuestionó al Gobierno por los planes fallidos de seguridad.
“Este Gobierno dice Plan Desarme, pero no desarman a la gente; o plan A Toda Vida, pero son planes que van y vienen y esto continúa peor. Esto sucede porque la mayoría de los familiares del Gobierno tienen guardaespaldas y para ellos la inseguridad no existe. Por eso estamos padeciendo lo que estamos padeciendo, no podemos seguir soportando esto. Ya es hora de que aquí se tomen acciones contundentes que permitan mejorar este país en todos los aspectos”, relató.
Los médicos partieron de la avenida Bicentenario y antes de leer un manifiesto en el que expresaron su rechazo por el crimen de Luis, por el que todavía no han identificado ni detenido a los responsables, hicieron un minuto de silencio en memoria del joven. Junto a sus batas blancas un lazo negro en señal de duelo los acompañó durante la caminata de 2,3 kilómetros desde la avenida Bicentenario hasta la sede de la Gobernación del Estado Monagas.
Durante dos horas llamaron la atención de los monaguenses con consignas, muchas relacionadas con Luis Rafael, que en palabras de su prima “abría puertas con sonrisas. Tenía dos años de graduado y estuvo haciendo prácticas rurales en Caripito, y hay siete niños que tienen su nombre en esa población, porque atendió los partos y embarazos de las mamás de esos niños. ¿Qué hizo Luis Rafael de particular para perder la vida de esa manera?, despertar un día y abrir los ojos. Eso fue lo que hizo”, dice María Martínez.
“Basta Ya”, “No más muertes”, “Reclamamos el derecho a la salud y a la vida. Hoy somos nosotros los que lloramos porque el caído fue uno de nosotros. No queremos irnos de este país, queremos un país digno para vivir con nuestros hijos”, eran parte de los reclamos de los galenos que al llegar a la sede de la Gobernación, se arrodillaron para rezar por Luis Rafael y exigir soluciones a las autoridades regionales.
A pesar de una escaramuza con jóvenes simpatizantes del Gobierno que se encontraban en la plaza Bolívar de Maturín cuando llegó la marcha, una comisión de los manifestantes entró al palacio a conversar con el secretario de Gobierno, Carlos Flores; el director de Seguridad Ciudadana, coronel (GNB) José Ángel González Espín; el coronel Nayade Lockibi, comandante del Regimiento de la Guardia del Pueblo en Monagas; y las autoridades del sector salud, Aurora Navas, y el director del Humnt, Luis Briceño, con quienes volverán a encontrarse después de la Semana Santa.
Mientras esto ocurría, en el asfalto y de rodillas la plegaria de los médicos cerró la actividad: “”Amigo Luis, Dios te reciba en su seno, porque en esta vida tú salvaste muchas vidas”. A su ruego, el papá de Luis añadió en principio: “No podemos seguir soportando esto. Ya es hora de que aquí se tomen acciones contundentes que permitan mejorar este país en todos los aspectos”.
