Con ropas negras y algunas llevando los velos propios de la vestimenta árabe, un grupo de mujeres de esta comunidad decidió salir a las calles este jueves 1° de diciembre, a manifestar por el asesinato del comerciante Natalio Kuffaty, a quien ultimaron el pasado miércoles 23 de noviembre, después de haber sido secuestrado en su residencia, en la zona sur de Maturín.

Alrededor de 40 damas, entre madres, hermanas e hijas integrantes de familias árabes, se concentraron en la plaza Rómulo Gallegos, en el centro de la capital monaguense, justo al frente de la sede del Parlamento regional, desde donde tomaron de forma intermitente los cruces de las avenidas Bolívar y Miranda para manifestar contra la inseguridad.

Lo hicieron espontáneamente con carteles en los que la palabra justicia constituía la demanda principal en esta toma de forma simbólica de la principal arteria vial de Maturín, donde la mayoría de los comercios de la ciudad se mantuvieron cerrados durante 12 horas por la misma razón.

El presidente de la Cámara de Comercio de Maturín, Román Ferro, indicó que la jornada cívica de cierre de comercios superó las expectativas, porque hasta los establecimientos asiáticos -después del mediodía- bajaron sus santamarías y en los dos principales centros comerciales de la ciudad, 70 % de las tiendas no abrió.

“La avenida Bolívar y sus transversales, además de la Juncal, Miranda y las calles Rojas, Azcúe y el sector del Mercado viejo, es decir, todo el casco comercial de Maturín cumplió con el día de luto que se decidió de forma unánime el martes”, dijo el vocero empresarial.

Para Ferro no se trató de una jornada política, sino de una demanda de toda la sociedad civil de la entidad. En lo que va de año, 760 monaguenses han perdido la vida y solo en noviembre 52 cayeron víctimas de la violencia. “Cuando una bala se dispara, no está viendo carnet o color político, afecta a todos por igual”, resumió.

Ante esta realidad, el representante de los comerciantes llamó a una depuración de los cuerpos de seguridad en Monagas, toda vez que de los seis detenidos por el crimen de Kuffaty, hay implicado un funcionario de Polimaturín, organismo policial que fue intervenido el 16 de enero del año 2015, cuando la ciudad estaba bajo la istración del alcalde de la Mesa de la Unidad Democrática, Warner Jiménez.

Desde esa fecha y durante 21 meses, la Policía de Maturín ha estado en manos del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y en esos casi dos años, ha tenido al frente siete directores, tras prórrogas consecutivas del proceso interventor.

“Queremos pedirle a la Gobernadora (Yelitze Santaella) más y mejor seguridad, que revisen los cuerpos policiales, porque nosotros no buscamos culpables, solo exigimos soluciones”, señaló Ferro.

FOTO: Carlos Álvarez

Periodista venezolano. Escribo con la esperanza de mover conciencias que promuevan cambios. Activista social y defensor de derechos humanos.

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