¡Gracias, maestro Chelique!

Con esa picardía propia que aviva el salitre del mar Caribe y una sonrisa generosa que hablaba de una vida plena José Enrique Sarabia, Chelique, llenaba el espacio donde llegaba. Nada era igual, todo parecía transformarse con la presencia de este margariteño, que sin permiso se despidió la noche de este 16 de febrero.

Reconocida por tirios y troyanos, la música de Chelique Sarabia forma parte de la banda sonora de más de tres generaciones. Su prolífica producción musical trascendió las fronteras de Venezuela y recorrió escenarios internacionales en las voces de reconocidos cantantes como Nat «King» Cole, por ejemplo, con Ansiedad.

Donde Chelique estaba bullían las ideas, también los sueños y su gran amor por Venezuela. Tampoco faltaban las risas y las anécdotas. Era como una brisa marina que refrescaba los apuros del sol caribeño.

La alegría era parte de su sello. Igual que la sencillez y ocurrencias, esas mismas que están en el ADN de los hijos del oriente del país. 

Si a algo le rendía culto era a la amistad y desde ese afán cultivó grandes amigos y amigas que hoy ya  lo extrañan. 

«Y se nos fue un hermano de toda la vida, Chelique…» , escribió, en su cuenta en Instagram, la cantante María Teresa Chacín,  quien, junto a su hermana Rosa Virginia Chacín, conoció el éxito de la mano del compositor margariteño.

Chelique se ganó el cariño y la iración por su prodigiosa obra musical y así quedó manifiesto a los minutos de conocerse su fallecimiento a los 81 años de edad.

La muerte de este emblemático músico, compositor, productor, poeta, fue lamentada por numerosas personas que como en cascada fueron expresando sus respetos al maestro Chelique.

 

 

 
 
 
 
 
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