Las actividades en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV) ya no empezarán el 27 de septiembre como estaban programadas, sino el 19 de octubre, y eso solo si llegan los recursos que el Ejecutivo Nacional prometió. El organismo aseguró que el derecho al estudio significa ofrecer a los estudiantes educación de calidad y para ello consideró indispensable la contratación de nuevos profesores, la renovación de los equipos para los laboratorios e institutos de investigación y trabajos de campo, el mantenimiento de la infraestructura y la modernización e incorporación de nuevas tecnologías.
Según refirió el Secretario de la casa de estudio, Amalio Belmonte, las razones que motivaron a esta decisión no son diferentes a las necesidades del resto de las facultades. La autoridad insiste en que le corresponde al Ministerio para la Educación Universitaria, la Ciencia y la Tecnología honrar sus compromisos con la Universidad Central de Venezuela para que pueden seguir cumpliendo con la misión de producir conocimientos, cultura y tecnología que permitan crear opciones para resolver los diferentes problemas que afectan al país. Así lo informaron durante el Consejo extraordinario llevado a cabo el jueves 17 de septiembre.
Crisis y SNI
Este regreso a clases en las universidades públicas estará condicionado por un presupuesto que autoridades califican de deficitario, además de una matrícula duplicada debido a que tras la aplicación del nuevo Sistema Nacional de Ingreso, las principales casas de estudio decidieron inscribir no solo a los asignados a través de la Opsu, sino también a los estudiantes que ingresaron por medio de las vías usuales. Así ocurrirá por lo menos en la Universidad Central de Venezuela, Universidad Simón Bolívar y la Universidad de Los Andes.
Una muestra de la compleja situación que marca este inicio de actividades académicas es que el pasado 14 de septiembre la USB informó que suspendió el servicio de comedores y que se mantiene a la espera de la respuesta del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología para reabrirlo. De acuerdo con la Dirección de Servicios de la universidad, existe una deuda con los concesionarios que prestan el servicio de 14 millones de bolívares. Se estima que la suspensión de los desayunos, almuerzos y cenas afecta a 7 mil estudiantes.