En una bolsa trasparente con cierre plástico, Saúl Simoza recibió este lunes 21 de septiembre las tabletas sueltas de Sirolimus (Rapamune) que debe consumir para evitar el rechazo de su riñón, trasplantado hace 18 años. El medicamento, que llevaba más de un mes sin aparecer por la Farmacia de Alto Costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) ubicada en Los Ruices, le fue entregado de esa forma a pesar de las normas de salubridad indicadas por el laboratorio Pfizer.
En el rótulo del Rapamune, la empresa farmaceútica señala que las grageas “deben almacenarse a temperatura no mayor de 30º C en un lugar seco protegido de la luz”. La ausencia de blíster y otros envases de cartón o plástico oscuro le generó a Simoza una inquietud que compartió con su médico tratante: ¿Cómo habrían manipulado las tabletas durante su distribución? Ambos coincidieron que, ante la duda, no debía tomarse las pastillas. “Hay un riesgo de que nosotros los inmonosuprimidos padezcamos del citomegalovirus, que es un virus que se encuentra presente en nuestro organismo y se puede manifestar si nos infectamos”, comentó el paciente.
El médico de Natasha Albarran, otra paciente trasplantada que recibió el medicamento así, le dio la misma indicación. “Es un riesgo muy grande. El citomegalovirus pondría afectar nuestro trasplante”, expresó.
El presidente de la Asociación Amigos Trasplantados de Venezuela, Francisco Valencia, se comunicó con Mercedes Pereira, Directora de Fármaco terapéutica del Ivss, para denunciar la situación, quien le respondió que en la institución los farmacéuticos encargados tomaban las medidas sanitarias pertinentes. Posteriormente, el director del Ivss, Carlos Rotondaro, publicó en su cuenta en Twitter una foto del proceso de reempaquetamiento.
#IVSS Garantiza la asepsia del Sirolimus en unidosis reempacado por farmacéuticos de acuerdo a la Ley del Medicamento pic.twitter.com/Rnn5rEDL9d
— Carlos Rotondaro (@c_rotondaro) September 23, 2015
A pesar de eso, Natasha y Saúl se niega a tomar esas pastillas. “Es inaceptable”, indicó el señor. Le quedan siete días de tratamiento y no sabe con certeza qué hará una vez se le agote. “Esperemos que en el Ivss recapaciten y empiecen a entregar eso como debe ser”, concluyó.