El proceso de canonización de José Gregorio Hernández comenzó en el año 1949. Pasaron 30 años después de su muerte, el 29 de junio de 1919, para que la Iglesia católica en Venezuela iniciara los pasos que finalmente lo convirtieron en beato en abril de 2021 y que -con la aprobación del papa Francisco- ahora será el primer santo de nuestro país.
El 9 de enero de 1949, la Arquidiócesis de Caracas presentó ante el Vaticano el proceso para que se estudiara la canonización de Hernández. Lo declararon, años más tarde como «Siervo de Dios», una primera etapa en la que se evalúan sus virtudes heroicas como médico cristiano y si tenía una vida ejemplar.
Hernández nació en la población de Isnotú del estado Trujillo. Se hizo médico, aunque su principal deseo era convertirse en religioso, dedicarse a la vida consagrada. Lo intentó primero al ingresar a la Tercera Orden Regular de San Francisco, en la que participan laicos o personas de la vida seglar.
En 1907 ingresa a la orden de San Bruno, en la Cartuja de Farneta (Lucca, Italia), donde busca dedicarse a la vida monacal, pero las condiciones del clima hicieron mella en él y regresa a Venezuela después de 9 meses. Lo hace al Seminario Santa Rosa de Lima, en Caracas. Insiste en la vida monacal y se marcha a Roma para intentarlo de nuevo. Sin embargo, por una afección respiratoria desiste finalmente de la vida religiosa.
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Siervo, venerable, beato y ahora santo
Desde que se introdujo su causa, el Vaticano esperó 23 años para declararlo «Siervo de Dios», en 1972 con el papa Pablo VI. Después, en enero de 1986, el papa Juan Pablo II lo declara «Venerable»; es decir, una persona que vivió «una vida heroicamente virtuosa«, el primer paso que se inició en 1949.
Finalmente el 30 de abril de 2021, en medio de la pandemia mundial del COVID-19, a Hernández lo beatificaron. La Iglesia reconoció el milagro de la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien recibió un disparo en el estado Guárico cuando unos hombres intentaron robarle la moto a su papá en el año 2017. Perdió gran parte de su masa encefálica. Aunque a los 20 días salió caminando del hospital, un milagro que sus padres atribuyeron a Hernández y que en enero de 2020 aprobó la Comisión de Médicos de la Congregación para las causas de los Santos.
Un año y tres meses después a Hernández lo beatificaron en una ceremonia a puerta cerradas en la iglesia La Salle, de Caracas, donde estuvo Solórzano Ortega y su familia.
Ahora, el papa Francisco que se encuentra en estado crítico en el hospital Gemelli de Roma aprobó su canonización, un decreto que se publicó este martes 25 de febrero de 2025.
Aún no hay fecha para el consistorio donde se decidirá cuándo se llevará a cabo la ceremonia y la Iglesia no ha dicho cuál es el segundo milagro que permitirá que el médico de los pobres, como se conocía a Hernández, tenga una celebración universal dentro de la liturgia católica.