Vanessa Arenas / @VanessaVenezia
“Iba a ser hoy o mañana. El ataque de un Tucano artillado contra mí y contra algunos símbolos muy importantes como Telesur, ministerio de la Defensa, ministerio del Exterior y el Palacio de Miraflores”, advirtió el presidente venezolano Nicolás Maduro durante una alocución la noche de este jueves 12 de febrero.
Se refería a un presunto intento de golpista que estaría planeándose contra su gobierno y con la “colaboración del gobierno estadounidense” y la “ultra derecha” venezolana.
El mandatario contó que llamó a la canciller Delcy Rodríguez, quien se encuentra en Rusia, para que alertara a los países bajos sobre el plan “por si acaso se quisiera utilizar alguno de los aeropuertos de las islas hermanas Aruba o Curazao”, pues el avión no sería venezolano sino “traído desde afuera”.
“Los aviones tucanos venezolanos están en este momento en una reparación profunda y todos los aviadores saben que no pueden volar, así que no era desde un Tucano de aquí que me iban a atacar. Era un Tucano que iban a traer del exterior y hay testimonios de esto”, señaló Maduro.

Pero, ¿qué es un avión Tucano?
El Embraer EMB 312 Tucano es un avión desarrollado en Brasil de entrenamiento básico para fuerzas aéreas.
En 1986, la Fuerza Aérea Venezolana se convirtió en operadora de la aeronave Embraer EMB-312 AT/T-27 Tucano. Los comprados por Venezuela estaban compuestos por dos versiones el: T-27 de entrenamiento (20 unidades) y el AT-27 de apoyo táctico (12 unidades).
Estas aeronaves de la Fanb portan combinaciones de armamento compuestas por Pod FN HMP de ametralladora de 12,7mm, con 250 proyectiles; bombas Mk.81 de 113 Kg., bombas Mk.82 de 227 Kg.; bombas bengalas Natak; bombas de practica BDU-33 y lanzacohetes de 70mm.
Ataques aéreos en 1992
Estas aeronaves no son extrañas para los caraqueños. El 27 de noviembre, la capital venezolana fue blanco de un ataque aéreo por parte de oficiales de la Aviación alzados contra el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. Ese fallido golpe de Estado lo encabezaron los contralmirantes Hernan Gruber Odremán, Luis Enrique Cabrera Aguirre y Francisco Visconti Osorio.
Tucanos y OV-10 Bronco bombardearon posiciones gubernamentales en la capital, como el edificio de la Guardia de Honor de Miraflores, la base Área Generalísimo Francisco de Miranda, El Helicoide y la residencia de la familia presidencial, La Casona, donde estaba la primera dama de entonces, Blanca Rodríguez de Pérez y sus hijas.
Dicisiete aviones atacaron la capital y cuatro de ellos cuatro fueron derribados por las fuerzas institucionales leales al gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Esa intentona golpista cobró la vida de 142 civiles y 29 militares, de acuerdo con las cifras oficiales. Extraoficialmente se manejan 300 víctimas.