Una lista de útiles para regreso a clases podría costar trece salarios mínimos por alumno.
Génesis Guzmán tiene que comprar dos listas escolares, una para su hijo mayor en tercer grado y otra para su pequeño en tercer nivel. Es trabajadora del centro BOD y cobra salario mínimo de Bs. 40.000. Su sueldo solo le alcanza para comprar en la feria escolar de Chacaíto, donde una libreta cuesta 20 mil bolívares y su hijo mayor necesita ocho de estas.
“Calculando los precios, la lista escolar del grande me va a salir en 530.000 bolívares y la del niño en 600.000 porque la lista pide más cosas”, lamentó. Para pagar la lista de útiles escolares dijo que tenía que hacer “magia”.
Este 16 de agosto Efecto Cocuyo hizo un recorrido y visitó la librería de la Avenida San Martín, las ferias escolares de San Jacinta y Chacaíto, y comercios pequeños del centro comercial frente a la Avenida Baralt. Estos sitios son conocidos por ser más económicos que las librerías ubicadas en centros comerciales.

En septiembre 2016 esta misma lista de precios reflejada en la imagen costaba 40.263 bolívares , si se adquiría en el centro comercial Metro Center, en una librería que ya cerró. Con cinco ceros, tres años después, los mismos útiles cuestan Bs 417.200 en la Avenida San Martín, para un incremento de más de diez millardos por ciento (10361613351.88%).
En Chacaíto un combo escolar de secundaria cuesta Bs. 190.000. Este combo incluye ocho libretas, un cuaderno pequeño, un sacapuntas con depósito, una borra nata, un juego de geometría y una cartuchera. Solo lo necesario para que cada alumno regrese a clases, pero las listas de útiles escolares que las escuelas exigen a los niños suele incluir además material para las actividades plásticas a desarrollar durante el año.
Según la dueña de la librería de la Avenida San Martín, Dilia González, el problema es mayor cuando las escuelas exigen los materiales más caros, como los lápices mongol, en lugar de lápices más costeables.
“Siempre hay alternativas para estudiar, pero la gente quiere lo más caro”, dijo.
La señora Dilia, quien es docente jubilada, recuerda que ella vivía de niña en la Isla de Margarita y solo le pedía un cuaderno y un lápiz para iniciar el año escolar. Entiende que con la innovación las exigencias cambien, pero considera que “el maestro que pide una lista de útiles como esta no está pisando la tierra”. “Si el maestro es hábil, él va a usar lo que tenga en medio”, dijo.
Los textos escolares se pagan a precio dolarizado
En los locales y ferias visitados, los vendedores explicaron que ahora sus proveedores cobran los materiales en dólares, y ellos tienen que venderlos en bolívares, por lo cual, producto de la hiperinflación, los insumos suben todos los días.
Esto sin contar los libros de texto, cuyo precio varía dependiendo del grado de la escolaridad del alumno. Un libro de motricidad para preescolar puede costar Bs. 193.200 en la librería frente a la Maternidad Concepción Palacios en la Avenida San Martín.
En cambio, a Ruth Navarro le costó cuatro dólares un libro de inglés de la editorial extranjera Mc Graw Hill, pero advierte que cada uno de los libros para su hermano de secundaria se están cotizando en promedio a 15 dólares. Tiene que pagar cinco libros, pero su escuela, como muchas otras según Dilia Rodríguez, se flexibilizó permitiendo que los alumnos compraran libros de acuerdo con su elección.
También en casos más extremos, el coordinador de la Federación Nacional de Padres y Representantes, Yohorman Pandoja, alertó recientemente a Efecto Cocuyo que un libro de Historia Universal le había costado 30 dólares.
Además hay que comprar uniformes
Además de los útiles escolares y los textos, los padres también deben invertir en el uniforme de sus hijos, en especial cuando son pequeños y están en crecimiento. Vestir a un niño de primaria con una sola chemise, un pantalón y un par de zapatos negros en oferta, puede costar Bs. 230.000.

Génesis Romero compraba en Chacaíto un uniforme para su hija de cuatro años que recién empieza preescolar. Explicó que los útiles en la escuela de la niña, en Chacao, eran mucho más caros. Sin embargo, los precios del pantalón deportivo seguían siendo muy elevados.

Comparado con los precios del 2018, una chemise que costaba Bs. 220 en septiembre, en el mes de agosto del 2019 cuesta Bs. 70.000 en el mismo comercio.
“Yo conseguí una tela de mono a 15.000 bolívares y un sastre que me cobra 25.000. Con eso me salen dos monos” dijo.
Fotos: Iván Reyes