Con una cama, sus tres comidas, pero lejos de su familia. La gerente de Venmedios, Ana Belén Tovar, se mantiene a la espera de que se le notifique a la presunta víctima de su caso que acuda a la audiencia preliminar. En este caso, es el ministro de Defensa de Nicolás Maduro, el general en jefe Vladimir Padrino López.

Ana Belén tiene más de dos meses en recluida en la sede principal de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Boleíta Norte (municipio Sucre, en Miranda). El 19 de noviembre de 2019 fue aprehendida en las oficinas del medio digital Entorno Inteligente, en Los Dos Caminos por funcionarios de la Dgcim.

Los abogados de la ONG Espacio Público explican que fue presentada en el Tribunal 6 de Control del Área Metropolitana de Caracas. Se le imputaron los cargos de revelación indebida de data, obstrucción a la justicia y asociación para delinquir. Luego fue acusada en la Fiscalía 22 Nacional Plena el 3 de enero de 2020.

La primera vez que se difirió la audiencia preliminar de Ana Belén fue el 4 de febrero. El acto no se celebró porque no se le notificó al ministro, quien es la contraparte del caso. El 7 de abril será el segundo round. Dado que un alto funcionario de la gestión de Nicolás Maduro es aludido en el caso, el expediente de la gerente se mantiene bajo reserva.

Presa sin razón

A la fecha, 9 de marzo de 2020, se desconoce cuál es la publicación de Entorno Inteligente que motivó la detención. La Fiscalía no lo ha determinado. Según el comunicado publicado por la organización, el medio digital no tiene una redacción que produzca noticias propias, sino que utiliza un algoritmo para publicar noticias de otros portales. Por esta razón, Ana Belén nunca ha tenido la responsabilidad de generar contenido. Tampoco conoce cómo funciona el algoritmo que replica las noticias.

“Sus responsabilidades como gerente de operaciones se alejan de las que la  Fiscalía pretende atribuirle: eliminar unas supuestas publicaciones realizadas a través del portal web Entorno Inteligente”, dice el texto del comunicado.

Mientras tanto, Ana Belén espera la resolución de su caso en una celda junto a otras mujeres, grupo en el que se mezclan presas políticas con presas comunes. Le preocupa su proceso y su familia. No ha sufrido tortura física. Solo ha recibido amenazas.