Papa León XIV pide ayuda para construir puentes de paz y buscar la justicia sin miedo
08/05/2025.- El papa León XIV, habló unas palabras en español para saludar a Perú, país del que adoptó su nacionalidad en 2015. Foto: EFE/EPA/VATICAN MEDIA

El papa León XIV pidió este 8 de mayo ayuda a la gente para «construir puentes de paz» con el objetivo también de buscar la justicia e invitó a hacerlo sin miedo, y dirigió un «saludo de paz» en sus primeras palabras desde el balcón de la Plaza de San Pedro.

Tras su elección como nuevo pontífice, que se anunció mediante la milenaria fumata blanca a las 18.08 horas (16.08 GMT), el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost compareció poco más de una hora después ante miles de fieles concentrados en San Pedro.

Allí dijo que Dios ama a la humanidad «incondicionalmente» y animó a caminar «unidos, de la mano», con la premisa de que «el mal no prevalecerá».

Emocionado al salir al balcón de San Pedro, León XIV añadió que la paz ha de ser «humilde y perseverante». 

Habla del legado de Francisco

León XIV destacó este miércoles el legado de su antecesor, Francisco, al que dio las gracias, y aseguró que «Dios nos ama a todos incondicionalmente» en sus primeras palabras desde el balcón de la Plaza de San Pedro tras su elección.

El último papa que llevó el nombre de León fue León XIII, con un largo pontificado de 25 años entre 1878 y 1903, conocido por su encíclica Rerum Novarum, que históricamente se conoce como la doctrina social de la Iglesia, en la que criticó las condiciones de esclavitud a las que sometían a los trabajadores de su tiempo.

También dio un peso al desarrollo intelectual y académico del clero.

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Quién es Robert Prevost, el papa León XIV

Afable, moderado, reservado, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, desde este jueves el papa León XIV, fue una de las grandes apuestas de Francisco, que lo designó responsable de los obispos de todo el mundo y de su comisión para Latinoamérica.

Este misionero de la antigua Orden de San Agustín, que también tiene nacionalidad peruana, fue en los últimos años un estrecho colaborador del difunto papa Francisco y entró a su estilo, discretamente, en la lista de ‘papables’ para este cónclave, como un ‘outsider’ en medio de otros grandes nombres.

Su talante moderado le posiciona como puente entre las facciones conservadora y reformadora de la iglesia y su vasto conocimiento de América le ha valido el respaldo de los cardenales del sur y del norte del continente, muchos de los últimos críticos con Francisco.

Prevost nació en 1955 en Chicago (EE.UU). Su carrera eclesiástica comenzó con el noviciado agustino de Saint Louis donde, en 1981, asumió sus votos. Luego llegarían los estudios en Teología y un viaje de juventud a Roma para estudiar Derecho Canónico.

Tras ordenarse sacerdote en 1982, con 28 años, lo enviaron de inmediato al que se convertiría en su segundo país: Perú, mediante su a misión de Chulucanas, en Piura (1985-1986).

Esta sería el primer paso de un largo camino en Latinoamérica que prosiguió en 1988 en la misión peruana de Trujillo, seleccionando vocaciones agustinas en ciudades como Chulucanas, Iquitos y Apurímac y ejerciendo otros roles durante una década en esa archidiócesis.

Experiencia docente en EEUU

Prevost también acumula una dilatada experiencia docente en su país, también como prior general del Capítulo Agustino de Chicago, hasta que en 2014, desde Roma, el papa Francisco le puso al frente de la diócesis peruana de Chiclayo, como apostólico.

Un año después sería nombrado por Francisco obispo de Chiclayo y desde 2018 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal de Perú, afrontando entre otras cosas la grave crisis por los abusos del grupo Sodalicio de Vida Cristiana, disuelto este año por el papa.

Tras un lustro peruano, en 2023 el pontífice argentino le llamó a Roma para hacerle cardenal y nombrarle prefecto del Dicasterio para los Obispos, el ministerio vaticano que elige a los monseñores de todo el planeta.

Al frente de esta poderosa institución, que controla una enorme red de prelados en todo el mundo, asistió también a las pugnas de su mentor, el papa Francisco, con los conservadores católicos, plasmadas por ejemplo con la destitución del obispo estadounidense Joseph Strickland en noviembre de 2011, desleal con la Santa Sede.

Pero Francisco también lo puso como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina gracias a su gran conocimiento sobre la realidad y las periferias del subcontinente.

Su rol de «ojeador» de obispos y su experiencia sudamericana hace que Prevost mantenga un o continuo con la jerarquía eclesiástica alrededor del mundo, sobre todo en América, la región con la mitad de los católicos del planeta (unos 637 millones en 2004).

Un papa joven de 69 años

Pero su elección pontificia resulta una novedad no solo porque es considerado un cardenal joven, con 69 años, sino también porque se convierte en el primer papa llegado del corazón de un imperio ya suficientemente poderoso, los Estados Unidos.

A nivel de magisterio, aunque cauto, se ha pronunciado en línea con el papa Francisco, defendiendo la idea de un clero «cercano al pueblo», diametralmente opuesto a la figura de un «directivo» o «un gestor.

Y sobre la lacra de los abusos que ha sacudido la iglesia en los últimos años, y que el pontífice argentino afrontó, ha reclamado la obligación de «ser transparente y acompañar a las víctimas».

Con información de Efe