Marignane (Francia) (AFP) – El copiloto del avión de la aerolínea Germanwings que se estrelló en los Alpes ses, Andreas Lubitz, accionó el mecanismo de descenso y probablemente tenía “la voluntad de destruir el avión”, dijo este jueves 26 de marzo el fiscal a cargo de la investigación.
Después de que el comandante saliera de la cabina, “el copiloto quedó al mando” y accionó el mecanismo de descenso, dijo el fiscal, Brice Robin, en una conferencia de prensa. El fiscal añadió que el copiloto alemán no estaba fichado como terrorista.
Robin informó que las familias del copiloto y la del comandante se trasladaron hasta Francia.
Lubitz tenía 28 años de edad y todo su entorno es investigado por las autoridades. En el siniestro de este vuelo, que salió del aeropuerto El Prat, Barcelona, hacia la ciudad de Dusseldorf, murió el venezolano Nolberto Ariza y otro cuya identidad aún no se ha conocido, además de una abogada chilena residenciada en Barquisimeto, Ximena Patricia Alegría.
El fiscal Robin dijo que el copiloto “por abstención voluntaria, no abrió la puerta de la cabina al comandante”.
“(El copiloto) accionó el mecanismo para descender por razones que todavía ignoramos, pero que pueden ser interpretadas como que probablemente tenía la voluntad de destruir el avión”, agregó el fiscal.
“No había ninguna razón para impedir que el comandante de a bordo volviera a la cabina“, explicó Robin, quien también dijo que los pasajeros no se dieron cuenta de que se estrellaban “hasta el último momento”, dado que, según la grabación de la caja negra recuperada, sólo se oyen gritos “en los últimos instantes”.
Al estrellarse el avión, la muerte de los 150 ocupantes fue “instantánea”. El copiloto “estaba capacitado y era apto para comandar un avión”, precisó Robin, quien especificó que trabajaba desde algunos meses y tenía un centenar de horas de vuelo en su haber.