Ya a finales de 2015 economistas advertían que el comportamiento de los precios seguía un patrón hiperinflacionario. Los temores parecen concretarse con la más reciente proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), según la cual en Venezuela la inflación alcanzará 500% este año y aumentará dramáticamente a 1.642,8% en 2017, 1.142% más de lo que el organismo internacional previó para este año.
La inacción en materia económica para frenar la inflación, generar confianza en el empresariado y reducir la emisión de dinero inorgánico genera pocas “señales positivas” e indica que el desalentador panorama se concretará, explicó el economista Joastin Rangel.
“Parece ser el inicio de la hiperinflación. Se siguen manteniendo los mismos desequilibrios macroeconómicos, no existe un plan coherente y conciso para resolver la inflación. A pesar de que el Presidente tiene este plan para activar la producción nacional, aún está la falta de confianza y además tenemos en puerta una crisis eléctrica que impactará posiblemente al aparato productivo nacional”, señaló.

Aunque las estadísticas de desempleo se mantienen constantes, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas, Rangel opina que el desequilibrio económico podría incrementar los niveles de desempleo. “En la medida en que la moneda nacional pierde valor, el dólar se hace más atractivo, esto puede disparar más el paralelo y dificultar la planificación financiera de las empresas”, dijo.
El economista y profesor universitario, José Manuel Puente, manifestó que independientemente de si las proyecciones del FMI son correctas o no, Venezuela tiene el peor desempeño macroeconómico del mundo. “Toda proyección se basa en una serie de supuestos que podrían ser correctos o no; sin embargo, es evidente que Venezuela tiene 10 trimestres de contracción económica, cuatro años con la inflación más alta del mundo y niveles de escasez nunca antes vistos. La caída de los precios del petróleo está agudizando el colapso, pero no es cierto que sea el origen del problema porque es el único país petrolero que tiene el peor desempeño macroeconómico del mundo”, señaló.
Advirtió que de cumplirse el pronóstico, el país pasaría de una senda de “alta y persistente inflación” a una senda de hiperinflación. “Para poder determinar que hay hiperinflación se debe registrar una inflación intermensual de al menos 80%. Venezuela estaba lejos de eso, pero si las proyecciones son correctas, podría pasar a una senda de hiperinflación. El desequilibrio económico y la ausencia de medidas lo hace posible”.
Los anuncios que ha hecho el Gobierno para activar el aparato productivo son poco viables, a juicio de Puente. “Esos anuncios, en el contexto económico venezolano no tienen consistencia. A la luz de hoy, sin reformulación de la política económica y sin ningún plan, no hay evidencia de que se recupere la producción”.
Agregó que es preciso desmantelar el control de cambio y aplicar un programa de reformas integrales. “El esquema debe tener un solo tipo de cambio competitivo, es lo que tiene toda América Latina con excepción de Cuba y Venezuela y se debe hacer una revisión de los controles de precio”, recomendó.