Se cumplen cinco días de distribución de la gasolina que llegó a Venezuela proveniente de Irán. Aunque miles de personas han logrado equipar sus vehículos con combustibles, las colas, lejos de terminar, parecen ser más largas cada día. Antes del lunes 1 de junio, se observaban largas filas en algunas estaciones de servicio que estaban funcionando, pero desde este lunes esa escena se multiplicó y se hizo regular por toda Caracas.

Efecto Cocuyo se mantuvo en la calle desde la mañana del lunes para poder observar y contar todo lo que ocurre en torno a estas largas colas que, incluso, pueden llegar a los dos kilómetros.

Desde el lunes se paga la gasolina en dólares
Sin duda, uno de los sucesos históricos de la semana es el aumento del precio de la gasolina. El combustible subsidiado pasó a costar 5.000 bolívares por litro. Sin embargo, la otra arista fundamental de este aumento es que también se estableció un precio en moneda internacional, algo sin precedentes en Venezuela.

Las venezolanas y los venezolanos que no quieran hacer uso de la gasolina subsidiada podrán pagar el precio internacional de 0.50 dólares por litros. Un carro con un tanque de 40 litros equivale a 20 dólares, es decir, más de cuatro millones de bolívares al cambio.

Contrario a lo que se pensaba, este nuevo esquema de precios y distribución no bajó las colas. Por el contrario, las largas filas aumentaron y se hicieron cotidianas en casi toda Caracas.


Las estaciones de servicio, custodiadas por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) también se volvieron zonas en las que los periodistas tienen s limitados e inclusos pueden ser detenidos ilegalmente si graban o hacen algún tipo de registro fotográfico en el lugar.


Desde el oeste hasta el este, Caracas se sumió en interminables colas de vehículos. Las personas han pasado hasta 40 horas esperando para surtirse con combustible. Este escenario se ha visto en colas de gasolina subsidiada y en colas de gasolina a precio internacional.



Como es costumbre, también se hizo un comercio en torno a las largas colas. Desde venta de café hasta ventas de pastelitos, jugos y empanadas. Los venezolanos se rebuscan como pueden y las largas filas son un lugar ideal para vender comidas y bebidas.


Sin embargo, debido a la falta de efectivo tanto en dólares como en bolívares, algunas personas han puesto a disposición de sus clientes mecanismos de pagos electrónicos.

Aunque las colas de motorizados “corren más rápido”, también han visto largas filas de motocicletas a la espera de surtir combustible.


Sin embargo, la esperanza de algunos es que en los próximos días las colas se reduzcan considerablemente y puedan equipar gasolina “como en los viejos tiempos”.


Foto principal: Mairet Chourio